La joven actriz y cantante estadounidense Selena Gómez confesó en una entrevista el pasado año a la revista Billboard que había sido diagnosticada con lupus, una enfermedad autoinmune poco frecuente que, aunque sólo la padece menos del 7% de la población mundial, entre quienes la sufren casi el 80% son mujeres en edad fértil, entre los 15 y los 35 años...
Las enfermedades como el lupus, que afectan al sistema inmune, se caracterizan por convertir al sistema encargado de proteger al cuerpo en "agresor" del mismo, atacando tejidos, células y órganos sanos. Al arremeter contra las propias proteínas del cuerpo, el lupus eritematoso sistémico (LES) -el tipo de lupus más común y peligroso- "afecta piel, articulaciones, riñones, cerebro, pulmones, vasos sanguíneos: todo lo que tenga tejido colágeno"
Como todos sabéis nuestro sistema inmunitario está concebido con el fin de poder combatir aquellas sustancias ajenas o extrañas a nuestro organismo. El problema es que en las personas con lupus, el sistema inmune no funciona con normalidad y la respuesta inmunológica se altera, produciendo anticuerpos dirigidos contra antígenos celulares que terminan en la inevitable afectación de órganos, células y tejidos sanos como pueden ser las articulaciones, el corazón o el cerebro. Es decir, el cuerpo de los que padecen esta afección acaba luchando contra sí mismo.
Como se trata de una enfermedad de carácter sistémico, muchas veces se dificulta el diagnóstico. Los síntomas más comunes del lupus incluyen dolor en articulaciones, dolores musculares, fiebre constante e inexplicable, fatiga y cansancio generalizado, erupciones en la piel, pérdida de cabello, hipersensibilidad al sol, úlceras en la boca, ojos o nariz, sarpullidos y hasta dolor respiratorio. En casos más graves se incrementa también el riesgo cardíaco y los problemas respiratorios y renales, lo que pone en peligro la vida.
El lupus (lobo en latín) es una enfermedad que encuentra sus víctimas potenciales entre las mujeres. Concretamente, nueve de cada diez afectados por este trastorno son de sexo femenino, especialmente en el rango que va entre los 15 y los 55 años. Aunque es cierto que cualquiera puede padecer un lupus, según explica el Instituto de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, "en la mayoría de los casos afecta a las mujeres. El lupus es más común entre las mujeres afroamericanas, hispanas, asiáticas e indígenas americanas que entre las mujeres caucásicas".
Se desconoce la causa del lupus. Las investigaciones demuestran que los genes juegan un papel importante, pero los genes solos no determinan quién padece de lupus. Probablemente existen varios factores que contribuyen a la causa de esta enfermedad.
Los síntomas pueden aparecer y desaparecer. Cuando los síntomas aparecen se llaman brotes. Los brotes varían de moderados a fuertes. En cualquier momento pueden aparecer nuevamente. No existe una prueba específica para diagnosticar el lupus. Obtener un diagnóstico puede ser difícil y puede tardar meses o años. Los diferentes síntomas del lupus deberán ser tratados por varios tipos de especialistas.
Es muy importante que la persona afectada asuma un papel activo en su tratamiento. La clave para poder vivir con lupus es estar informado acerca de la enfermedad y su impacto. El reconocer las señales de alerta antes de que ocurra un brote, le podrá ayudar a prevenir el brote o hacer que los síntomas sean menos fuertes.
Algunas veces se requieren, además de los medicamentos para el lupus, otros medicamentos para tratar los problemas relacionados con el lupus, tales como el colesterol alto, la presión arterial alta o infecciones. Los tratamientos alternativos son aquellos que no son parte de la norma de tratamiento. No se ha demostrado que este tipo de tratamiento sea eficaz para las personas con lupus.
El gran problema, es que esta afección dificulta la vida normal de una persona, se suba o no a los escenarios. Además de la " ansiedad, ataques de pánico y depresión" que señalaba la celebrity en su entrevista a la revista People, el cansancio, la fiebre o la anorexia son otros retos habituales con los que tienen que lidiar los afectados de lupus.