Luther nació un 17 de agosto de 1939 en la localidad de Wineder, en el estado de Arkansas. Desde muy joven, se inclina hacia un buen número de instrumentos musicales por tradición familiar. Una y otra vez, la historia vuelve a repetirse y como otras tantas estrellas de blues americanas, Luther y su familia se trasladan en 1951 a esa capital mundial del blues llamada Chicago.
Durante esta década, comienza a despuntar como una joven promesa en el barrio de West Side, tremendamente influenciado por artistas de la talla de B.B King, Freddie King, Magic Sam o Eddy Clerawater, llegando incluso, a formar parte de las bandas de leyendas del blues, como Howlin´Wolf o Freddie King. En los años sesenta obtiene cierta reputación como guitarrista y actúa en eventos de prestigio como el “Ann Arbor Blues Festival” cerca de Detroit. Tiempo después, recala en el sello discográfico de Jazz y Blues “Delmark Records” en 1967, para debutar oficialmente en 1969.
Centrándonos en el álbum “Luther´s Blues” sería el segundo LP grabado para esta compañía en los “Motown Record Studios” de Detroit. Se publica en febrero de 1974 y contiene nueve temas. En la reedición de 2001, se añaden tres más, incorporando una pista en directo en el festival de Ann Arbor de 1973.
Contó con la producción de Joe Peraino y arropado de espléndidos músicos como Bob Babbit (bajo), Andrew Smith (batería), Paul White (piano y teclados) y Ray Goodman (guitarra rítmica) entre otros. Todos ellos, magníficos músicos de sesión procedentes de la Motown.
Abre el LP con “Luther´s Blues”, tema que da nombre al disco, blues con letras mayúsculas y en dónde Allison nos demuestra su talento a la guitarra eléctrica. Continúan con “Someday Pretty Baby”, de claro estilo blues de Chicago y con una magistral versión del “Easy Baby”, patrimonio del legendario Willie Dixon.
La mano y el marcado estilo de la Motown se notan en cortes como “Now You Got It”, con un soberbio Luther a la guitarra slide impregnado del más puro funky de los setenta, al igual que en “K.T.”, excelente canción con sección de vientos incluida. El blues más puro y visceral aparece en “Let´s Have A Little Talk”, y en la clásica “Driving Wheel” perteneciente Roosevelt Sykes, para finalizar con un bello “Into My Life”.
En 1997, el infortunio volvió a cebarse sobre su figura, falleciendo prematuramente víctima de un cáncer a los 57 años de edad. Y fue esta desgraciada enfermedad, la que nos privó repentinamente de su extraordinaria música, impidiéndole seguir representando con una pasión desmedida, la grandeza de un arte al que llaman blues. Pero de algún modo, su legado permanece vivo a través de su hijo Bernard Allison, que llegó a militar en su propia banda, posicionándose como todo un referente mundial del blues moderno.
Luther Allison tuvo una segunda y fructífera etapa exiliado en Francia, durante los años ochenta y noventa, hasta que nuevamente regresó a su patria, pero eso… lo dejaremos para otra ocasión…