Como tantas otras cosas ligadas al liberalismo, la masonería tuvo sus orígenes en Inglaterra, siendo 1717 el año clave para su nacimiento. En dicho año se forma la conocida como "Primera Gran Logia" de la historia, como resultado de la unión de las cuatro logias existentes hasta el momento en Londres. Estas cuatro primeras logias tenían el nombre y las insignias de las tabernas en donde reunían: "La Corona", "El Ganso y la Parrilla", "El Manzano" y "El Racimo y La Jarra". Cuando estos que se llamaban a sí mismos masones procedentes de las cuatro tabernas londinenses formaron la Gran Logia, bajo la dirección del gran maestro, Anthony Sayer, se definieron a si mismos como "buscadores de la verdad, fomentadores del desarrollo social y moral de las personas y alentadores del progreso social". La oposición de la iglesia católica hacia la masonería, a la que calificó de incompatible con los principios de la doctrina y la fe cristiana, no impidió su extensión por Europa, llegando a España pocos años después. Parece ser que la primera logia española se fundó en Madrid con el nombre de "La Matritense", por el súbdito inglés duque de Wharton en 1717, adscrita a la Gran Logia de Inglaterra. Como es lógico, en una nación bajo la omnipresente mirada de la Inquisición poco podrían fructificar este tipo de sociedades enemigas de la iglesia católica, y por ello tuvo altibajos durante el siglo XVIII. Sin embargo, la entrada de las tropas napoleónicas en 1808 tuvo entre otras cosas el inicio de una serie de logias, muchas de ellas adscritas a la política de Napoleón en España y también otras tantas adscritas francamente a la ideología liberal que se iniciaba con las Cortes de Cádiz, y por lo tanto sin la influencia de los invasores. El historiador Alberto Valín Fernández, el gran investigador de la Masonería en Galicia, comenta que la primera asociación masónica gallega fue la "Logia Constitucional de la Reunión Española" fundada a principios de 1814, y en la que se cobijaron "una buena parte de la flor y nata del poderoso movimiento liberal existente en aquellos momentos en Galicia, compuesto fundamentalmente por negociantes, militares y fabricantes o artesanos". Señala este autor que una segunda logia masónica surgió en el año 1817 con "Los amigos del Orden", formada exclusivamente por artilleros liberales y que tendrá ocasión de demostrar su liberalismo cuando en 1820 apoyará el movimiento insurreccional de Riego, hasta el extremo que los tres militares más comprometidos en A Coruña con la insurrección serán pertenecientes a esta logia. Después irán proliferando logias por todo el territorio gallego, encontrándonos como miembros de las mismas a personajes conocidos en la historia de Galicia: Eugenio Carré Aldao, Manuel Leiras Pulpeiro, Luis A. Mestre, Casto Méndez Núñez, Eduardo Vincenti, José Santos Villamarín, Braulio F. Reino, Maximino Teijeiro, Antonio Romero Ortiz, Victor Saiz Armesto, Nicolás Díaz y Pérez, Ricardo Miser, etc. De acuerdo con el citado historiador Valín Fernández, del cual tomo las notas siguientes, cuanto menos dos fueron las logias masónicas que se formaron en Vilagarcía: la conocida como "Luz de Arosa nº 163" que inició su andadura en el año 1881 y la "Sol de Arosa nº 3/nº 174" que surge en 1894. La logia llamada "Luz de Arosa" se funda en Carril, liderada por el industrial Baldomero Corral, propietario de una fundación de Carril, y aunque al principio estaba bajo la obediencia del "Gran Oriente de España", hacia 1889 pasa a la obediencia de la más autonómica "Gran Logia Regional Galaica". Probablemente, además del ya citado Baldomero Corral, también pertenecieran a la logia, el corresponsal carrileño del periódico "Las Dominicales del Libre Pensamiento", y el director del periódico de Carril, "El Varapalo de Picaños" que según el indicado investigador, "mantenía intercambio con el dominical madrileño antes citado". Aunque se desconocen los nombres de los socios de la logia "Luz de Arosa", se sabe que fueron masones de esta sección carrileña los conocidos con el sobrenombre de "Castelar", "Cicerón" y "Voltaire", nombre este último muy frecuente con que eran conocidos masones de toda Europa. Del periódico "El Varapalo de Picaños", que aparece en Carril en el año 1884, se sabe que era mitad jocoso mitad serio, al estilo de los que posteriormente caracterizaran la serie de periódicos satíricos de Vilagarcía tales como "El Percebe", "El Cacahuete", etcétera. El periódico "Las Dominicales del Libre Pensamiento" apareció en Madrid en 1883, y aguantó entre denuncias y retiradas gubernamentales hasta el año 1900. Posteriormente resurgiría con el título de "Las Dominicales. Semanario Librepensador. Órgano de la Federación Internacional de Librepensadores de España, Portugal y América ibera", que se editaría hasta 1909, y todos sus números contenían sentencias que retrataban "la divertida ensalada ideológica que animaba a sus deístas, anticlericales, masones y republicanos redactores". Un ejemplo de esas sentencias eran por ejemplo: "Todos los humanos son iguales. No hay otra diferencia entre ellos que las virtudes que poseen", "La fuente de la vida es la ciencia. En caso de duda, el juez supremo es la conciencia", decía. Una anécdota curiosa en relación al periódico, que prueba a la vez el carácter jocoso del mismo, fue que su director firmaba con el seudónimo de "Demófilo", que también utilizaba otro escritor conocido en Sevilla, Antonio Machado Álvarez, padre de los famosos hermanos Machado, y que por cierto había nacido en Santiago de Compostela en donde su padre era catedrático de Física. Por ello en el nº 10 aparece una nota en el periódico aclarando que ambos escritores usaban el mismo seudónimo, advirtiéndolo "al público con el fin de que no vuelvan a acaecer que se dirijan insultos a aquel digno escritor y a su noble padre, como acaba de hacerlo el periódico neo de Badajoz, por la sospecha de que pudiera ser el que escribe en "Las Dominicales del Libre Pensamiento". Aunque desde 1890 no se hallaron documentos que asegurasen la continuidad de la logia "Luz de Arosa", es posible que continuara hasta el año 1894. La otra logia masónica de Vilagarcía fue la conocida como "Sol de Arosa", probablemente dirigida por Juan Sánchez Manzano, al cual se le concedió la "Gran Estrella del Mérito", y que tuvo dos etapas: la primera desde 1894 a 1895, con el nº 3 de la federación de Logias Independientes de Galicia, y en una segunda etapa, desde 1896 a 1898 con el nº 174 de la Gran Logia Simbólica Española. A la logia "Sol de Arosa" pertenecieron además del citado Juan Sánchez, los siguientes masones: José Benito Fresco, al que se le otorgó la "Cruz de Eleusis"; Baptiste Caraux Vignon; Pedro Cardalda Domínguez de profesión fogonero; Ramón Castro Idulzun, que también recibió la condecoración "Cruz Eleusis"; Juan Enríquez Orantes, comerciante; Jesús García Brea, industrial; Ramón García Brea también industrial; Juan López García, igualmente merecedor de la medalla "Cruz de Eleusis"; Gabriel Maneiro Gil, maquinista; Leopoldo Marcos García, profesor músico, merecedor de la "Cruz de la Virtud", y Nazario Santos Fernández, que aparecía como propietario. Tal como anota el ya citado historiador, "el motivo que se expone como justificación a los méritos obtenidos por estos "hermanos" condecorados, es poco explicativo", simplemente aparece la frase "por servicios especiales", por lo que hay que pensar que debieron ser bastante ortodoxos a las ideas y trabajos de su logia para merecer estas medallas. Fuera de Vilagarcía, la logia más cercana territorialmente era la conocida como "Fraternidad nº 6" establecida en Caldas de Reis en 1895 bajo el mando del "venerable maestro" Esteban Arteijo. Fuente:EL FARO DE VIGO
Como tantas otras cosas ligadas al liberalismo, la masonería tuvo sus orígenes en Inglaterra, siendo 1717 el año clave para su nacimiento. En dicho año se forma la conocida como "Primera Gran Logia" de la historia, como resultado de la unión de las cuatro logias existentes hasta el momento en Londres. Estas cuatro primeras logias tenían el nombre y las insignias de las tabernas en donde reunían: "La Corona", "El Ganso y la Parrilla", "El Manzano" y "El Racimo y La Jarra". Cuando estos que se llamaban a sí mismos masones procedentes de las cuatro tabernas londinenses formaron la Gran Logia, bajo la dirección del gran maestro, Anthony Sayer, se definieron a si mismos como "buscadores de la verdad, fomentadores del desarrollo social y moral de las personas y alentadores del progreso social". La oposición de la iglesia católica hacia la masonería, a la que calificó de incompatible con los principios de la doctrina y la fe cristiana, no impidió su extensión por Europa, llegando a España pocos años después. Parece ser que la primera logia española se fundó en Madrid con el nombre de "La Matritense", por el súbdito inglés duque de Wharton en 1717, adscrita a la Gran Logia de Inglaterra. Como es lógico, en una nación bajo la omnipresente mirada de la Inquisición poco podrían fructificar este tipo de sociedades enemigas de la iglesia católica, y por ello tuvo altibajos durante el siglo XVIII. Sin embargo, la entrada de las tropas napoleónicas en 1808 tuvo entre otras cosas el inicio de una serie de logias, muchas de ellas adscritas a la política de Napoleón en España y también otras tantas adscritas francamente a la ideología liberal que se iniciaba con las Cortes de Cádiz, y por lo tanto sin la influencia de los invasores. El historiador Alberto Valín Fernández, el gran investigador de la Masonería en Galicia, comenta que la primera asociación masónica gallega fue la "Logia Constitucional de la Reunión Española" fundada a principios de 1814, y en la que se cobijaron "una buena parte de la flor y nata del poderoso movimiento liberal existente en aquellos momentos en Galicia, compuesto fundamentalmente por negociantes, militares y fabricantes o artesanos". Señala este autor que una segunda logia masónica surgió en el año 1817 con "Los amigos del Orden", formada exclusivamente por artilleros liberales y que tendrá ocasión de demostrar su liberalismo cuando en 1820 apoyará el movimiento insurreccional de Riego, hasta el extremo que los tres militares más comprometidos en A Coruña con la insurrección serán pertenecientes a esta logia. Después irán proliferando logias por todo el territorio gallego, encontrándonos como miembros de las mismas a personajes conocidos en la historia de Galicia: Eugenio Carré Aldao, Manuel Leiras Pulpeiro, Luis A. Mestre, Casto Méndez Núñez, Eduardo Vincenti, José Santos Villamarín, Braulio F. Reino, Maximino Teijeiro, Antonio Romero Ortiz, Victor Saiz Armesto, Nicolás Díaz y Pérez, Ricardo Miser, etc. De acuerdo con el citado historiador Valín Fernández, del cual tomo las notas siguientes, cuanto menos dos fueron las logias masónicas que se formaron en Vilagarcía: la conocida como "Luz de Arosa nº 163" que inició su andadura en el año 1881 y la "Sol de Arosa nº 3/nº 174" que surge en 1894. La logia llamada "Luz de Arosa" se funda en Carril, liderada por el industrial Baldomero Corral, propietario de una fundación de Carril, y aunque al principio estaba bajo la obediencia del "Gran Oriente de España", hacia 1889 pasa a la obediencia de la más autonómica "Gran Logia Regional Galaica". Probablemente, además del ya citado Baldomero Corral, también pertenecieran a la logia, el corresponsal carrileño del periódico "Las Dominicales del Libre Pensamiento", y el director del periódico de Carril, "El Varapalo de Picaños" que según el indicado investigador, "mantenía intercambio con el dominical madrileño antes citado". Aunque se desconocen los nombres de los socios de la logia "Luz de Arosa", se sabe que fueron masones de esta sección carrileña los conocidos con el sobrenombre de "Castelar", "Cicerón" y "Voltaire", nombre este último muy frecuente con que eran conocidos masones de toda Europa. Del periódico "El Varapalo de Picaños", que aparece en Carril en el año 1884, se sabe que era mitad jocoso mitad serio, al estilo de los que posteriormente caracterizaran la serie de periódicos satíricos de Vilagarcía tales como "El Percebe", "El Cacahuete", etcétera. El periódico "Las Dominicales del Libre Pensamiento" apareció en Madrid en 1883, y aguantó entre denuncias y retiradas gubernamentales hasta el año 1900. Posteriormente resurgiría con el título de "Las Dominicales. Semanario Librepensador. Órgano de la Federación Internacional de Librepensadores de España, Portugal y América ibera", que se editaría hasta 1909, y todos sus números contenían sentencias que retrataban "la divertida ensalada ideológica que animaba a sus deístas, anticlericales, masones y republicanos redactores". Un ejemplo de esas sentencias eran por ejemplo: "Todos los humanos son iguales. No hay otra diferencia entre ellos que las virtudes que poseen", "La fuente de la vida es la ciencia. En caso de duda, el juez supremo es la conciencia", decía. Una anécdota curiosa en relación al periódico, que prueba a la vez el carácter jocoso del mismo, fue que su director firmaba con el seudónimo de "Demófilo", que también utilizaba otro escritor conocido en Sevilla, Antonio Machado Álvarez, padre de los famosos hermanos Machado, y que por cierto había nacido en Santiago de Compostela en donde su padre era catedrático de Física. Por ello en el nº 10 aparece una nota en el periódico aclarando que ambos escritores usaban el mismo seudónimo, advirtiéndolo "al público con el fin de que no vuelvan a acaecer que se dirijan insultos a aquel digno escritor y a su noble padre, como acaba de hacerlo el periódico neo de Badajoz, por la sospecha de que pudiera ser el que escribe en "Las Dominicales del Libre Pensamiento". Aunque desde 1890 no se hallaron documentos que asegurasen la continuidad de la logia "Luz de Arosa", es posible que continuara hasta el año 1894. La otra logia masónica de Vilagarcía fue la conocida como "Sol de Arosa", probablemente dirigida por Juan Sánchez Manzano, al cual se le concedió la "Gran Estrella del Mérito", y que tuvo dos etapas: la primera desde 1894 a 1895, con el nº 3 de la federación de Logias Independientes de Galicia, y en una segunda etapa, desde 1896 a 1898 con el nº 174 de la Gran Logia Simbólica Española. A la logia "Sol de Arosa" pertenecieron además del citado Juan Sánchez, los siguientes masones: José Benito Fresco, al que se le otorgó la "Cruz de Eleusis"; Baptiste Caraux Vignon; Pedro Cardalda Domínguez de profesión fogonero; Ramón Castro Idulzun, que también recibió la condecoración "Cruz Eleusis"; Juan Enríquez Orantes, comerciante; Jesús García Brea, industrial; Ramón García Brea también industrial; Juan López García, igualmente merecedor de la medalla "Cruz de Eleusis"; Gabriel Maneiro Gil, maquinista; Leopoldo Marcos García, profesor músico, merecedor de la "Cruz de la Virtud", y Nazario Santos Fernández, que aparecía como propietario. Tal como anota el ya citado historiador, "el motivo que se expone como justificación a los méritos obtenidos por estos "hermanos" condecorados, es poco explicativo", simplemente aparece la frase "por servicios especiales", por lo que hay que pensar que debieron ser bastante ortodoxos a las ideas y trabajos de su logia para merecer estas medallas. Fuera de Vilagarcía, la logia más cercana territorialmente era la conocida como "Fraternidad nº 6" establecida en Caldas de Reis en 1895 bajo el mando del "venerable maestro" Esteban Arteijo. Fuente:EL FARO DE VIGO