Luz de rostros.

Por Tayi Tayi Fonseca @TayiFonseca

¿Alguna vez han sentido el aire rodearte sin tocar ni un solo pelo de tu ser?

Sentado sobre la silla de madera, rodillas caídas, sonrisa puesta. Los ojos más claros y transparentes jamás visto, mirada oscura.

Puede que sin tocarlo sin tan solo abrazarlo pudiera ver en él algunas de las heridas, lo soñó y lo vió en sus cuentos pero nunca imaginó que ha de ser el personaje de uno de ellos y con tan bella sonrisa. Era casi el sueño hecho cuento. Jamás vio sonreír a alguien como él, pudo ver miradas de alegría, lágrimas de emoción, besos de orgullo, caricias de felicidad, abrazos íntimos de satisfacción. Sentado sobre la silla frente a ella, la miró como nunca nadie lo había hecho, se le escapó una de esas sonrisas que ella tanto esperaba; si ha de ser artista hubiese elegido ser pintora para retratar tanta magia y sino pues al menos su memoria fotográfica le ha de ayudar.

Sabía que al momento de despegar tan bello sueño a vuelo, no había retorno atrás. Era de esas sonrisas que enamoraban, que de a miles cuentos las musas inspiraban a los escritores.

Lo quería para quedarse, porque no imaginaba tan bella pintura del mundo sin aquella alegría de luz entre tantos rostros.