Lxs homosexuales se divorcian menos que lxs heterosexuales

A medida que los matrimonios y uniones entre parejas del mismo sexo se afianzan en diferentes lugares del mundo, el ejercicio de otro derecho (menos romántico, por cierto) ha comenzado a filtrarse entre la maraña de datos y estadísticas que los medios viralizan con febril obsesión. En el milenio del amor LGBT legalizado, ¿qué lugar ocupa el divorcio entre las parejas del mismo sexo?
Si de estadísticas hablamos, las publicaciones de Estados Unidos siempre están al día. Al término del primer año de vigencia del Matrimonio Igualitario en la ciudad de Nueva York, el pasado 24 de junio, un reporte publicado por “The Atlantic” señalaba que los divorcios entre parejas del mismo sexo rondaron el 1,1%, mientras que los divorcios entre parejas heterosexuales ascendieron a 2%, en el mismo período.
¿Y qué sucede en España, país pionero en legalizar a las parejas homosexuales? En los siete años que el derecho lleva vigente se registraron 20.000 enlaces y 500 divorcios, anuncia un titular del periódico digital “Tiempo”.  Con datos más exactos,  desde la entrada en vigor de las bodas gays, 307 parejas de hombres y 238 de mujeres han roto su compromiso legal, lo que representa un 2,9% de los matrimonios celebrados, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin embargo, los matrimonios de hombres y mujeres que se han divorciado durante este lapso duplican el ratio, llegando al  4,51%.
Las explicaciones para estas diferencias no han demorado en aparecer. Y es que, por más que las personas LGBT seamos una minoría, los datos son estadísticos y proporcionales a las diferentes poblaciones. Por eso, la menor cantidad de divorcios en nuestra comunidad parece, al menos de momento, un hecho confirmado. Pero ¿por qué?
El sitio 'Queerty' arriesga algunas hipótesis que van desde un mayor esfuerzo por parte de gays y lesbianas para demostrar que las nuevas familias funcionan, hasta la ausencia de presión social sobre nuestra comunidad en cuanto al matrimonio, al revés que para los heterosexuales, quienes además depositan mayores expectativas en esta tradicional institución.
Por el lado español, la psicóloga Paloma López Cayhuela opina que “al matrimonio heterosexual se llega muchas veces casi por inercia, porque es lo que toca hacer. Eso no ocurre con los matrimonios igualitarios, que tienen que tomar la decisión de un modo más reflexivo, y quizá eso haga que haya un componente de compromiso mayor”.
Los divorcios argentinos
De acuerdo con los resultados del último censo realizado en nuestro país, el período 2001-2010 se acredita el récord de divorcios en Argentina, entre parejas heterosexuales, registrándose más de medio millón de separaciones legales o, si prefieren, 172 divorcios diarios, según los datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De los divorcios entre parejas del mismo sexo todavía no se conocen datos oficiales en nuestro país. Recién en el último censo se relevaron los hogares con parejas del mismo sexo, alrededor de 24.300. No obstante, podemos recordar que el primer divorcio entre personas del mismo sexo recién ocurrió un año después de que el matrimonio igualitario entrara en vigencia y se trató de una pareja de mujeres, en la provincia de La Rioja.
Fuente: SentidoG