Hoy contamos con una colaboración en nuestro blog, el futuro periodista Alberto Bonilla nos deja una crónica de lo que para él fue el concierto de MCLA en Pamplona.
Los viejos rockeros no buscan agradar
El Ciudadela Sound se despide hasta el año que viene dejando en el camino muchos decibelios y un escenario de grandes grupos. Si el día 26 del mes pasado veíamos a Huecco con su rumbatón haciendo bailar al público sobre el césped de la Ciudadela, y el pasado día 2 a los nómadas festivaleros Vetusta Morla; el fin de semana pasado fue el turno de los viejos rockeros M-Clan para cerrar el verano musical pamplonés. M-Clan, con o sin guión -no es importante para un grupo que ya tiene todo el nombre en el panorama nacional-, parecieron presentarse en la muralla iruñesa sin ganas de agradar. Son 18 años ya en grandes escenarios y otros de más txikitos en los que han conseguido ganarse a una legión de capitanes espaciales, Maggie’s y Carolina’s.
Venían a presentar su último trabajo, “Para no ver el final”, uno de esos discos que si los hubiera despachado cualquier banda de chicos más guapos, jóvenes y con mejor promoción probablemente sería a día de hoy un top ten en la radio española. Pero son Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, sin prácticamente nada que demostrar pero todavía con mucho que decir.
“Calle sin luz”, uno de los temas más potentes de su último disco daba el pistoletazo de salida al concierto y hacía saltar a un vergonzoso público que necesitaba unos minutos más de calentamiento. Tras esta primera toma de contacto de Tarque y compañía con el público de Pamplona, la banda fue desgranando algunos de los temas más melódicos de su último álbum.
Quizá nada hubiera pasado si los murcianos se hubieran limitado a presentar sus nuevas composiciones. El concierto habría acabado y todos probablemente se hubieran marchado satisfechos, pero los viejos rockeros dominan bien los tiempos y conocen al dedillo a su público. Fue entonces cuando M-Clan empezó a tirar de repertorio intercalando canciones de sus anteriores trabajos. “Inmigrante”, “Maggie despierta”, la siempre efectiva “Las calles están ardiendo”, “Roto por dentro” y la culpable de su fama “Llamando a la tierra” despertaban a la afición de su sueño de blues hacia la mitad del concierto. Ellos, jugando a engañar, se despedían con “Hasta la vista rock&roll” dejando entrever que lo mejor todavía estaba por llegar.
Poco tardaron en volver a pisar al escenario y parecía que nadie quería bajarse del clímax. “Miedo” y “Pasos de equilibrista” mantuvieron bien el ritmo in crescendo de final de concierto y consiguieron conectar con la audiencia que respondía con unos coros mucho más vivos que al principio del show. Se debían sentir cómodos los M-Clan ya que Tarque, tras recordar lo mucho que les había aportado la composición, decidió pedirle a “Carolina” que le tratase bien una vez más tras ausentarse durante muchos conciertos de la gira. Para cerrar el show echaron mano de uno de sus grandes éxitos, “Quédate a dormir”, que parecía recordar tiempos en los que los M-Clan eran cabeza de cartel en los festivales veraniegos. Ya no lo son, pero no parece que a estos amantes del rock y la buena música les importe mucho. Visto lo visto, nadie se preocupó por tomarse la sopa fría en casa.
Desde La delgada linea rosa queremos darle las gracias a Alberto Bonilla, por esta crónica y por colaborar con nosotros.
Y a vosotros, ¿qué os pareció el concierto?