No todas las ideas generadas darán lugar a nuevos productos, es necesario entonces reducir el número de ideas de modo que sólo aquellas que resulten verdaderamente prometedoras puedan materializarse en nuevos productos.
Para que una idea llegue a convertirse en producto debe pasar por varias pruebas, entre las cuales están la del potencial del mercado, y las de viabilidad técnica y financiera. Antes de proseguir en el desarrollo del producto es necesario realizar estos análisis.
Existen varios métodos para seleccionar aquellas ideas que se consideran prometedoras, uno de ellos, consiste en utilizar una lista junto con factores de peso específico para cada uno de ellos. Cada factor se califica de acuerdo con una escala y se calcula una calificación total balanceada. Si la calificación total está por encima de un nivel mínimo, la idea del nuevo se puede seleccionar para su desarrollo posterior. Alternativamente, puede utilizarse el método para calificar productos en orden de prioridad para su selección.
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