Durante mi vida he tenido muchos encuentros con la naturaleza, pero el de ayer fue mágico.
Subimos arriba para ver una de las 8 familias que viven en el Peñón de Gibraltar y pese a pensar desde un principio que el pequeño viaje iba a ser demasiado turístico, me sorprendió bastante.
Como estudiante de biología que soy, me gusta observar la naturaleza sin influir demasiado, es la única manera para poder ver el comportamiento de los animales.
El macaco de Gibraltar (Macaca sylvanus) o mono de Berbería es una especie de primate de la familia Cercopithecidae que habita en el norte de África y en el peñón de Gibraltar.
Pese a vivir en un hábitat invadido por los turistas, no tiene ningún problema en compartirlo ya que esta acostumbrado y parece que no le influye demasiado.
Estos macacos llevan una dieta a base de verduras, hortalizas y fruta y se le prohibe a los turistas darles de comer ya que pueden enfermar. De hecho hay un grupo encargado de censarlos y controlar la población, para que no habiten nuevas zonas donde ya viven humanos (ya que este parece ser un problema grave allí).
Según un habitante de la zona hay unas 8 familias y en total pueden llegar a ser unos 300 macacos en el Peñón.
Allí arriba pude observar comportamientos como el acicalamiento social (en una pareja), en el que un individuo desparasita a otro, utilizado para forjar relaciones o estrechar lazos familiares. También pude observar como la misma pareja hacia sonidos con sus dientes, como "mordiendo el aire" para mostrar excitación o alegría por tener a su cría cerca.
Fue inolvidable poder compartir ese tiempo observándolos, porque creo que tenemos que aprender mucho de nuestros parientes los primates.
Si algún día tenéis la oportunidad de venir por aquí os lo recomiendo, ya que en la ciudad pocas veces se puede tener un contacto tan estrecho con la naturaleza.
Un saludo,
Pablo Escribano.