Son muy fáciles de hacer, y la pasta como hecha en casa no está en ninguna parte. Los platos precocinados, además de no saber que llevan y la calidad de sus ingredientes no tienen ni punto de comparación. Y lo mejor es que se preparan muy rápido, sin complicaciones, y los puedes dejar hechos para la cena o para el día siguiente, conservado en la nevera y a la hora de comer se hornea y listo.
Los he probado fríos y me encantaron, de lo que sobró del almuerzo me los comí en la cena. Una delicia que no descarto llevarme a la playa este verano!!
En cuanto a tipo de pasta, se suelen usar macarrones cortos. En la tienda encontrarás mucha variedad, me gusta ésta, se le suele llama "tiburón" y al ser un macarrón cortito y regordete, al mezclarlo con la salsa, se rellenan ellos solitos y que te voy a contar de lo jugosos que quedan.
Puedes variar la cantidad según lo que quieras preparar.
- 400 gr de macarrones (con la salsa van a engordar muchísimo, con ésta cantidad come una familia de 4 y con mucho apetito)
- 150 gr. de bacon (si es ahumado mejor)
- 150 gr. de queso (cheddar, enmental, el que más nos guste)
- Leche (aprox. 500 ml., dependerá de lo que vaya pidiendo la salsa)
- Una cucharada de mantequilla o margarina
- Una cucharada de harina
- Un pellizco de sal
- Una cucharadita de ajo en polvo (opcional, pero potencia el sabor muy sutilmente)
Cuece la pasta y escurre.
Añade el queso y un poco de leche, mueve hasta que el queso esté derretido e integrado. Ve añadiendo leche poco a poco, haciendo una crema. La textura tiene que ser más bien liquida, ya que al añadir los macarrones y hornearlos, se va a espesar bastante. Si la textura te queda espesa, los macarrones se harán un bloque. Para eso, añade leche hasta que sea ligera.