Las setas secas son un buen recurso si no se dispone de frescas. Es un producto que, una vez hidratado, aporta a la salsa un gran sabor y color con lo cual no desmerece nada los platos.
Hoy las he usado para hacer la salsa que acompaña a unos macarrones porque creo que le queda bien a la pasta con una buena superficie donde poderse "agarrar".
Para 4 personas necesitáis
400 g de macarrones
30 g de setas secas
300 g. de cebolla
300 ml de agua (de remojar las setas)
8 tiras de beicon natural
2 cucharadas rasas de sopa de sobre de champiñones
50 g de avellanas tostadas
Queso rallado
Orégano
Pimienta de tres colores
Aceite de oliva
Sal
1 - Dos o tres horas antes poner las setas a hidratar con 300 ml de agua mineral.
2 - Escurrir. Colar el caldo, por si tuviera tierra, y reservar los dos productos por separado.
3 - Cortar el beicon a trocitos y sofreír en una gota de aceite hasta que esté dorado. Reservar.
4 - Cortar la cebolla bien pequeña y sofreír en la misma cazuela añadiendo un poco más de aceite de oliva. Condimentar con sal.
5 - Cuando la cebolla esté dorada echar la mitad del agua del remojo de las setas, y a continuación las setas hidratadas que teníamos reservadas. Hervir a fuego lento durante cinco minutos.
6 - Disolver dos cucharadas rasas de polvo de sopa de champiñones en medio vaso de agua de remojar las setas. Añadir a la cazuela, poco a poco y removiendo a la vez, para que se mezcle de manera homogénea con el sofrito. Echar la picada de avellanas. Hervir dos o tres minutos a fuego lento hasta conseguir una textura de salsa espesa. Rectificar la textura, si es necesario, con el resto del agua reservada.
7 - Condimentar con sal y pimienta. Añadir el beicon reservado.
8 - Hervir los macarrones al dente e introducir en la salsa caliente que habrá espesado pero la humedad que aportaran los macarrones hará que se aclare sin problemas.
Servir los macarrones inmediatamente condimentados con orégano y queso rallado.