Déjenme hoy empezar el artículo sin preámbulos, a saco... con algunas reflexiones altaneras sobre hombres, mujeres & viceversa.
· Que la violencia de género sea aún una lacra social asumida por este mundo supuestamente civilizado, es vergonzoso y terrorífico.
· Que solo desde la ética y educación en valores, desde la extirpación radical del proxenetismo y de ciertos estereotipos marcadamente machistas, podremos vislumbrar una próxima generación más igualitaria y menos sexista...
Y que todo lo escrito hasta este momento son obviedades cien mil veces oídas y más o menos políticamente correctas, lo sé. Pero parece ser que una tipa llamada Mónica Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios, no se ha enterado aún que la Época Feudal de la que se ha reencarnado solo existe en los libros de Ken Follet o en los de mi paisano José Luis Corral.
Porque señora, señorita o lo que narices se considere usted... su función como cabeza visible de una asociación como la que representa es, y cito fielmente;
"... la promoción de la libre empresa, de la iniciativa privada, de la economía de mercado y del espíritu emprendedor, y la búsqueda del reconocimiento por parte de la opinión pública del papel esencial del empresario en la creación de riqueza, empleo y bienestar social [...] Además, mediante sus programas de cooperación con la sociedad promueve el diálogo con las distintas instituciones políticas y sociales, de cara a un mejor entendimiento mutuo de sus respectivos papeles en la sociedad."
En la concepción de "su" asociación, no veo por ningún lado un párrafo que declare defender ideales y postulados retrógrados y sexistas que amparen los pensamientos mamarrachos y ridículos del cacique de turno. No, no lo veo por ningún lado.
¡ Señora Oriol, sus frases no son políticamente incorrectas... sus frases son incorrectas sin más, y tendrían que considerarse delictivas! Las frases emitidas por usted, una supuesta mujer, lo único que alienta y justifica ante el empresariado más rancio y borreguil, que haberlos haylos, es seguir fomentando la discriminación de la mujer frente al hombre. Y ese, Doña Mónica Oriol, no es su cometido. ¡Los comentarios políticamente incorrectos, guárdeselos para las partidas de póker que juega con sus amigotes, mientras se toma un Güisqui on the rocks a la vez que se fuma un Habanos y se rasca los huevos a dos manos!
Su función políticamente correcta es dar soluciones y no sembrar discordia. Su verdadera labor tendría que ser la de incentivar decididamente la función de la mujer en la empresa (quizás nos iría mejor); sin impedimentos, sin trampas hormonales que enfrenten y desvirtué el deseo de ser madre, de formar una familia... ante la aspiración lógica que tiene toda persona (hombre o mujer) de proyectar su profesión hacia las cimas más altas. ¿Se entiende verdad?
Porque usted con su Güisqui DYC, ¿le va a decir a mi madre, y a muchas madres de los 40', los 60', los 70'... qué haber tenido hijos trabajando era una decisión arriesgada y doblemente trabajosa? ¡Venga ya, no me joda!
Perdóneme usted, pero a mi madre; como mujer trabajadora y persona cabal y responsable no le llega ni a la suela de los zapatos. Porque es vergonzoso que sus seis hijos, seguramente cuidados por alguna institutriz de raza aria, tengan que oír de una madre, algo tan Kafkiano y machista como; " trabajo o familia " Una pena...
Y sí, mi mujer trabaja (dos carreras), tiene hijos y a un funcionario a su lado al que le encanta los niños. ¡Ahí le has dao buena mujer!
¡Menos religión y más educación!