Curiosamente, el pinzón es realmente escaso en época de reproducción, con unas pocas parejas ocasionales y muy aisladas. Las aves invernantes proceden sobre todo del norte de Europa y comienzan a llegar en octubre, pero sobre todo a partir de noviembre. Pasan aquí tres o cuatro meses, en febrero ya comienzan a irse y en marzo la migración es muy intensa.
Los pinzones ocupan sobre todo labrantíos y eriales, donde se alimentan principalmente de semillas y materia vegetal, sin desdeñar los invertebrados. He notado que prefieren las tierras que están cerca de algún lugar al que volar y refugiarse a la mínima señal de peligro, como sebes, árboles o matorrales. Como se ve, el macho de pinzón está muy lejos de ser vulgar, con una preciosa combinación de colores.