En el punto más elevado de esta gloriosa civilización.
Entendimiento ancestral. Pudiendo obviar al turismo y el control, este lugar tiene una energía superior.
Conectar con este sagrado espacio y vislumbrar lo que las piedras tienen para decirme.
Intiwatana, el sol amarrado.
Ritos, ceremonias, civilización consagrada a lo elevado, e información que se mezcla con el modernismo de la aseveración poco limpia, impura.
La mayor data de este lugar está en sentir su aire, su tierra, su vibración cósmica.
No es casual el lugar elegido. Sus viajes milenarios le permitieron al Inca captar la porción de mundo donde su sabiduría se concentra en niveles superlativos.
Hay que saber ir despacio. Un escalón tras otro se arma una civilización, que permite ser disfrutada miles de años luego debido a la perfección con que fue construida.
Unión de fuerzas que llevan a un cúmulo de personas a disponer estas piedras bajo formas y sistemas únicos en medio de la cima de una montaña.
Estamos en el medio de la nube, y sólo animándose es que se descubre aquello que se mantiene oculto. Sin miedo, todo se consolida. Hay espacio para todo lo que alcancemos a soñar, proyectar al cosmos con la intención de reproducir.
Reproducimos personas, reproducimos ideas, reproducimos realidades que nos permiten clarificar el destino.
El camino Inca lleva la impronta del hombre andino, lo que verdaderamente somos los que nacimos en cualquiera de los ahora denominados países de Latinoamérica.
Todo crece, aunque no lo queramos. La paciencia vence al más resistente, y nadie puede invadir muestro templo sagrado que es el propio cuerpo y la locura disfrazada de cuerda que empleamos para interactuar en sociedad.
Lo demás, está con uno, y empiezo a sentir el sol en la nuca, ¿señal de que se está despejando?
Dios es el nombre universal para la creencia superior. Si se deposita fuera del alcance de uno, nunca lograremos reconocer el camino interno que nos lleva a distinguirnos como parte del Todo. Sí, vale creerse un punto de eso que ponderamos con distancia y en realidad -¿cuál? La mía- somos uno mismo expresándose.
El camino se aliviana, porque nada sale fuera del plan, está sucediendo con la dicha misma de pertenencia.
Soy parte de este Monumento. Creo en el pueblo que lucha para conseguir sus objetivos. Me manejo con la transparencia del que nada pierde con mostrar su plurifacética disponibilidad.
Voy a sacarme los zapatos y entrar en contacto con esta tierra. La energía es algo que se transmite. Voy por la consecución de lo propuesto. Camino allanado.