Ni bien dejábamos de escuchar el bullicio las aves comenzaron a hacerse oír y los resultados no tardaron en llegar.
Obviamente junto al Macuquito también apareció el Arañero ribereño y el amigo Javier aprovechando que llevaba las botas puestas decidió mejorar resultados, yo me quedé arriba y el bajó hacia el arroyo y sentado sobre una piedra decidió esperar lo que sea necesario una nueva aparición del Macuquito; tuvo tanta suerte que a los pocos minutos apareció nuevamente para posarse casi en la misma piedra y pudo lograr excelentes resultados con sus fotografías, esas las voy a mostrar mas adelante porque todavía no tengo los archivos, por ahora comparto esta foto del amigo montando guardia en el arroyo meditando un poco para que la espera transcurra mas rápidamente =).