Fecha: 18 junio 2016
Asistencia: 34.000 personas
Precio: Neil Young, Biffy Clyro, Two Door Cinema Club, Corizonas...
Neil Young se pasa por el forro al Mad Cool Festival
La verdad es que Neil es guay pero al mismo tiempo es un brasas. Que no os vendan la moto los diarios que patrocinan el festival, porque aunque estuviera muy bien, muy por encima de la media, no fue para enmarcar. Fue para mucho pero no para flipar salvo que tu rollo sea el rock americano y de ahí no te saca ni Perry Farrell. Antes de liarnos, el resultado es altamente satisfactorio, ¿pero sabéis por qué? Porque acabó con 'Rockin' in the free world' que es la que todos queríamos.
Y vale no, es mentira, no acabó con esa, porque cuando todos nos íbamos, reapareció Neil para un bis de un único tema de 25 minutos en forma de 'Love and only love'. Pero si no llega a tocar 'Rockin' in the free world' la decepción habría sido tocha. Y eso que, efectivamente, no la toca habitualmente. Pero supongo que de la misma manera que Bruce Springsteen no quiere jodernos un sábado pasando de tocar sus clásicos (malditos fans, estáis locos, sois adultos, get a life), Neil Percival tampoco quiere irse sin vernos gozarlo. Y lo gozamos.
Me sorprende, de hecho, esta concesión, viniendo de un tipo que se pasa por el forro todo lo que tu consideras normal en un concierto de rock. Y eso es glorioso. Él sale y con el piano se marca 'After the gold rush' y luego la segunda es 'Heart of gold' con la acústica. Y claro, como somos todos tan fans del folk americano como dice El País, pues nos dedicamos a hacer fotos y a cantar el clásico lololo de los Porretas, solo que más bajito porque evidentemente no procede. 'The needle and the damage done', como es mejor canción y enormidad postrada ante nosotros, nos pilla de soslayo. Pero no disimulemos, nos gustan estas dos y aparte, queremos tralla.
'Mother Earth (Natural Anthem)' es otro paso más hacia 'Out on the weekend' y luego 'From Hank to Hendrix'. El bolo es la polla indudablemente pero el problema es vuestro porque estáis a vuestra movida. A mi tampoco me entusiasma que la historia no explote, no soy un fan real de Neil, soy uno más, pero al mismo tiempo achino los ojos y le miro apretando e intento sentir su movida y que nunca se me olvide este sábado precioso entre mis iguales.
Y Neil Young no os flipa. Os gusta pero no os flipa. Queréis algo que no va a acontecer. Deseáis que sea otro, no sé, de New Jersey, y lo imaginais con 'Someday', pero es que 'Someday' es de 1989, o sea, de 'Freedom', que es el último bueno de Neil. Me arrojo de esta manera porque sabéis una cosa, 'Rockin' in the free world' es de la misma maldita obra maestra (es lo máximo). Es de hace 27 años y parece que con Neil Young mola, cuando para otras muchas vacas sagradas es una tumba. Pues no, en realidad es injusto para todos los demás. Neil es de culto pero por esas cosas que pasan, es de masas. Y es mazo de extraño justo por eso.
Salvo los de los siete primeras filas, nadie parece conocer una canción y mucho menos ubicarla en el espacio-tiempo (y mientras escribo esto mi cocina retumba con 'Local boy in the photograph de Stereophonics, que son mi amor retomado de estos días). Es perfecto, pero hombre, no flipemos de más aludiendo a quien sabe qué resortes que los mortales desconocen. Por enésima vez, es bien, pero también es un coñazo y no os va a cambiar la vida, principalmente porque se la suda eso. Y justo por eso es enorme Neil. Vosotros no pintáis ni media.
Y el tipo prosigue con sus Promise of the Real desgranando temazos que son innecesariamente alargados no ya un par de minutos, sino que nos vamos a los veinte minutazos a tope, como en 'Down by the river' que dura más de veinte minutos. No hay en absoluto nada de malo en esto, sencillamente hace lo que le da la gana y eso precisamente es lo admirable. Concesiones las mínimas porque el que concede termina jodiéndose, sufriéndolo y padeciéndolo. Que no, caramba, que no. Lo que te salga.
A ver si os lo resumo rápido antes de seguir despararramando. Empieza 'Like a hurricane' y el gentío eleva sus vasos ya vacíos. Y cuando el riff de 'Rockin in the free world' atrona, se acaba el maldito mundo. Seré un paleto, no seré de los vuetros ni quiero porque los fans me dan asco (sobre todo cuando tienen una edad), pero es ahora cuando lo flipo y tengo derecho a fliparlo. Me gustaría en este momento hablar de los discos futuristas estúpidamente rockabillys de Neil en el primer lustro de los ochenta pero bah, para qué, ¿verdad?
El concierto fue la puta polla y 'Rockin' in the free world' nos dio la vida. Este es el resumen. Y Neil sonreía y la banda es un tiro y les flipan sus solos de guitarra que nadie comprende. Igual soy idiota pero este es mi lugar para ser sincero. Y lo sabéis. Fue tan guay como podría haber sido una hora menos. Si estabas allí tu lo sabes. Los Who tendrían que haber tocado una hora más y habría sido espectacular. Una hora menos de Neil no le importaba a nadie. Con el debido respeto.
Basta ya, está bien que cada cual lo flipe a su movida, pero lecciones las justas. El gentío se dispersa cuando reaparece Neil con los suyos para hacer un único bis con 'Love and only love' que dura otro concierto entero. Problema ninguno pero el baño de chicos está más lleno que nunca, yo estoy ahí y así funcionamos. Es bien pero comienzo a charlar con un desconocido sobre Nothing but thieves, el típico grupo que está tirando y tirando y al que nadie parece mirar. Cuando toquen en el Palacio de los Deportes os pelearéis por los boletos. Igual es exagerado pero esa es su apuesta.
A mi personalmente el viernes me parecía que no iba conmigo salvo honrosas excepciones. Pero el sábado lo peta con la brutalidad de The London Souls y la maravillosa elegancia de Gary Clark Jr. O te quedas pillado o te piras a ver a Walk off the Earth que no pasan de charanga de pueblo con ínfulas. Es entonces cuando la realidad de Neil te pega en la puta cara y comprendes que hay décadas entre todos ellos. Porque en absoluto me parece que Neil sea un coñazo. Me parece que le valoráis de más de la misma manera que os valoráis de más todos y cada uno de vosotros. Cada uno se hostia cuando le toca.
Y venga, acaba Neil y atronan como perras en celo Biffy Clyro, grupo muy molón con su historia a vida o muerte con temas como la especialmente coreada 'Bubbles', a la par de la novísima 'Animal Style'. Esta peña va a saco, volverá a España a finales de año y seguirá creciendo porque no tienen otra opción. El gentío lo baila, lo goza y lo canta de la manera adecuada. La suerte está echada.
Os voy a confesar que se me acaba de borrar lo que estaba escrito así que no tengo otra opción que resumir: Two Door Cinema Club estarán bien para ti. Para mi no. Pero de la misma manera que Neil mola porque toca, lo vive y te lo da, estos pues mira no. Hay demasiados grupos que nacen para tocar en festivales y por alguna loca casualidad efectivamente viven de tocan en festivales.
Ponéos a hacer el pino, pero uno lleva mucha mili y esto es invendible para cualquier adulto. Estoy on fire porque estoy un poco sobrepasado por tanto negocio cuando debiera mandar el corazón de gente como Xoel López y luego Corizonas en una de las pistas de La Caja Mágica de las narices. Ellos solos valen toneladas más que los del cine con dos puertas, de aquí a tu luna y a la mía. Es que no estamos discutiendo, estamos constatando. Es que no nos estamos yendo, es que ya nos fuimos. Es que buscamos la verdad entre la maraña de la dispersión humana. Y la vamos a encontrar hoy o mañana o ayer. Es nuestra porque habitamos en ella.