Después de ver acabar a Iván Ferreiro en el Escenario Koko, disfruté de Fleet Foxes en el escenario principal. Sonaban bastante bien a una hora donde el Lorenzo aún apretaba y la gente iba entrando a cuentagotas al recinto. Cayeron temas de sus tres discos como White Winter Hymnal, Ragged Wood, Blue Ridge Mountains o He doesn't no why de su primer disco homónimo, Mykonos del Ep Sun Giant, del segundo Helplessness blues escuchamos Grown Oceans, Bedouin Dress, The Shrine/An Argument o la propia Helplessness blues, mientras de su último Crack Up pudimos escuchar I am all that I need/Arroyo Seco/Thumbrpint scar/, Cassius_, _Naiads Cassadies, o Fool's errand.
Y los australianos Tame Impala congregaron ya a una gran multitud en el escenario patrocinado por Madrid te abraza, el número 2. Kevin Parker y sus chicos que visualmente nunca pasan desapercibidos, con su amalgama de colores, imágenes y confeti que adornan con su pop psicodélico, que antiguamente era más rock, pero que sobre todo a partir del último disco Currents es pop. Tocaron temas de sus tres álbumes, así escuchamos de este último Nangs, Let it happen (con la botó hasta el apuntador), The Moment, The less I know the better, Yes I'm changing, Love/Paranoia, Eventually y New Person, Same Old Mistakes. De Lonerism cayeron Mind Mischief, Apocalypse Dreams, Why won't they talk to me? (Magnífica), Keep on lying, Elephant o Feels like we only go backwards. De aquel maravilloso primero álbum Innerspeaker tocaron Alter Ego y Sundown Syndrome (eché en falta muchas) y un tema nuevo llamado Sestri Levante. La segunda parte del concierto tiró descaradamente al pop, a veces algo repetitivo, y me faltó la vena más rock de sus inicios, espero que la vuelvan a recuperar.
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