Hoy os traigo la receta de las famosas y deliciosas MADELEINES francesas, adaptada del libro de la pastelería parisina Ladurée. Yo las llamo madeleines susurrantes, porque al morderlas, si las acercas al oído mientras presionas levemente con las yemas de los dedos, se oye un susurro inquietante debido a su esponjosidad. Son unas magdalenas muy aéreas y ligeras. Fácilmente puedes comerte una docena, sobre todo cuando están recién horneadas. Y, el leve aroma a limón, unido al sabor de la mantequilla, hacen que resulten extremadamente finas y deliciosas.
Para hacerlas, necesitaréis el molde tradicional de madeleines con su típica forma de conchas. Lo venden en muchas tiendas de utensilios de cocina. El mío, con 12 cavidades para madeleines de tamaño normal, lo compré en un supermercado E. Leclerc, que como sabéis es francés. Se que también los venden para madeleines de tamaño mini. Con esta receta salen unas 48 magdalenas normales.
- 60 gr. de azúcar
- 175 gr. de harina y un poco más para el molde
- Ralladura de un limón
- 10 gr. de levadura en polvo
- 180 gr. de mantequilla y un poco más para el molde
- 4 huevos
La masa ha de prepararse el día anterior por lo visto, con el fin de dejarla reposar un mínimo de 12 horas en la nevera. En el libro no explica por qué, pero se debe al éxito en el logro de esa magnífica esponjosidad, que de otra forma, horneando nada más mezclar la masa, no se conseguiría.
Para ello, debe mezclarse en un bol grande, el azúcar, la ralladura del limón y los huevos hasta conseguir una consistencia espumosa. A continuación, añadir la harina y la levadura tamizadas. Y, por último, la mantequilla derretida. Una vez que estén todos los ingredientes integrados, se mete la masa en un recipiente hermético en el frigorífico.
Al día siguiente, se engrasa el molde para madeleines con mantequilla fría y se espolvorea harina por encima, sacudiéndolo para retirar el exceso. Con ayuda de dos cucharillas se rellenan las cavidades con la masa y se hornean durante unos 8-10 minutos a 170º C., o hasta que estén doradas.
Se desmoldarán casi solas, sólo con un leve empujoncito gracias a la preparación previa del molde. Aunque en el libro se especifica que ha de rellenarse sólo 3/4 partes de las cavidades del molde con la masa, después de 3 hornadas averigüé que no había por qué, y que si se rellenaban del todo se conseguían magdalenas más grandes y más bien formadas.
Espero que os gusten!