Entonces, el fin de semana pasado busqué entre los moldes y otras yerbas que ya no tengo donde meter, y encontré en el fondo uno que estaba abandonado: el de mini madeleines.
Era domingo, ya había hecho brownies y una torta, y muchos ingredientes no tenía, salvo lo básico. Manteca, azúcar, harina, huevos. No tuve mucho que pensar, todo cerraba.
Era la opción ideal para un fin de semana frío, y con ganas de cocinar!
La masa es bien básica, pero calculo que si se cambia la esencia de vainilla por ralladura de naranja o limón, semillas de amapola, lavanda, baño de chocolate, o un poco de cacao reemplazando harina, quedarían igual de ricas y bien variadas.
La receta es aproximadamente para 6 docenas de madeleines de un tamaño regular... Mi molde es para 20 madeleines minis, y tengo uno sólo! Así que estuve un buen rato cocinando, lavando y volviendo a cocinar.
La próxima, tendría que provar de hacer la mitad de la receta... o comprar otro molde!
Madeleines clásicas
Ingredientes:
200 gramos de manteca derretida a punto avellana, fría
4 huevos
170 gramos de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
1/2 cucharadita de sal
1 cucharada de miel o jarabe de maíz
1 cucharadita de polvo para hornear
180 gramos de harina
Procedimiento:
1. Batir los huevos con el azúcar, hasta que estén bien espumosos. Agregar la esencia de vainilla o las ralladuras.
2. Mezclar los secos e incorporarlos al batido de huevos. Colocar encima la manteca derretida y por último la miel. Mezclar.
3. Dejar reposar en la heladera por lo menos 30 minutos.
4. Precalentar el horno a 180°C, enmantecar y enharinar los moldes.
5. Llenar con la mezcla fría cada cavidad. Cocinar aproximadamente 15 minutos para un tamaño regular, y 10 para las minis. Los bordes tienen que estar ligeramente dorados, pero la pancita aún blanca.