Hola Graminoleños.
Hay ocasiones en las que el nombre que un grupo elige para realizar su carrera musical encaja a la perfección con su manera de comportarse. Uno de los ejemplos más claros de lo que os hablo son “Madness”, que en español significa locura, y que en cada una de sus actuaciones, en cada una de sus apareciciones en público y en cada uno de sus videoclips nos han dejado momentos hilarantes y locos. Si a esto le sumamos su buena música, la jugada es perfecta.
El grupo se formaría en el año 1976 y se convertiría en uno de los reyes de la música “Ska”, aprovechando el fenómeno revival que a finales de los 70 y principios de los 80 llevaría a varios grupos a volver a hacer música de este estilo. El Ska está considerado como el auténtico precursor del “reggae” y Madness es junto a The Specials y Bad Manners una de las bandas más representativas de este tipo de música.
Cada uno de los miembros del grupo atendía al seudónimo por el que eran conocidos. A saber: Mkie Barso (Monsieur Barso), Chris Formenan (Chrissy Boy), Lee Thompson (Kix), auténticos fundadores del grupo al que inicialmente llamarían “The North London Invaders”, a los que se unirián muy poco después Mark Bedford (Bedders), Daniel Woodgate (Woody), Carl Smyth (Chas Smash) y el auténtico alma máter del grupo, el más enloquecido y carismático, su vocalista Graham McPherson (Suggs).
Tras un par de años de aprendizaje y locura, el grupo tomaría el nombre de “Morris At The Minors” y muy poco después el definitivo de Madness, publicando en el año 1979 su primer sencillo, un tema titulado “The Prince” que iba dedicado a una de las figuras más destacadas del ska de los años 50 y 60, el jamaicano Prince Buster.
El ska se puso de nuevo de moda y de esta manera, ese mismo año 1979, publicarían su primer larga duración, titulado “One Step Beyond”, que se convertiría en un éxito espectacular en Reino Unido, con canciones emblemáticas, y un primer sencillo que se convertiría en un éxito en toda Europa y un auténtico himno dentro de la música ska de la época.
La canción no era otra que el mítico “One Step Beyond”, del que sacarían una versión en español titulada “Un Paso Adelante” y que no era otra cosa que una espectacular versión de un tema de su admirado Prince Buster. En el arranque de esta canción la voz de Suggs nos indica lo que se avecina para, a continuación, irrumpir a todo ritmo su mágico saxo.
La versión en español decía algo así como “Eh tú, deja todo y fíjate en esto. El sonido más marchos y vacilón que existe actualmente. Si vas por la calle y el cuerpo te pide marcha, no te escapes, escúcha y vuélvete loco al ritmo del rock cañero de Madness… Un paso adelanteeeeeeee.”
Sin duda alguna, esta canción de Madness puede considerarse una de sus principales señas de identidad. Ska en estado puro y un tema de esos que siempre se recuerdan. Además, Madness se caracterizaría también a partir de ese momento por una imagen que utilizaría hasta la saciedad tanto en portadas de discos como en videoclips. De hecho, en el vídeo de “One Step Beyond” ya se puede observar.
Me estoy refiriendo esas inclinadas que realizaban puestos unos detras de otro, como si de un tren se tratase, mientras caminaban moviendo los brazos al más puro estilo ska. Podríamos decir que esa imagen es el icono de la marca Madness.
Lo cierto es que el disco tuvo un éxito total y sus ventas fueron considerables, destacando entre las canciones que la contenían otro de sus clásicos: “My Girl”.
Una de las closas que estaban muy claras es que el grupo, al margen de hacer lo que más les gustaba, su música, se lo pasaba de miedo. Sus conciertos eran locos y divertidos y creaban un ambiente desenfadado y optimista, una locura. Esto quedaba patente también en sus videoclips, que además de ofrecer su buena música nos dejaban escenas únicas.
En el vídeo del tercer sencillo publicado de su álbum de debut, “Night Boat To Cairo”, podemos ver la esencia disparatada de Madness en todo su esplendor.
Tras el éxito de su primer disco no tardarían en meterse en el estudio de grabación para crear su siguiente trabajo. Éste llegaría en el año 1980, bajo el título de “Absolutely” y reeditaría paso por paso el éxito logrado con su predecesor.
El single de presentación llevaría el título de “Baggy Trousers” y no es otra cosa que un homenaje a los tiempos de colegio de los miembros del grupo que, como puede apreciarse en el videoclip, debieron de ser ya bastante alocados.
En el Reino Unido volvería a arrasar y sus ventas iban en aumento también en el resto de Europa donde su popularidad empezaba a dispararse. La marcha que creaba su música y la diversión que irradiaban en cada actuación calaría bastante en los jóvenes de la época.
Además, su hiperactividad era tremenda. Habida cuenta de que desde la creación del grupo en el año 1976 y hasta la publicación de su primer trabajo en el 1979 el grupo no había parado de componer canciones, el material con el que contaban era bastante amplio, por lo que en “Absolutely” incluirían una canción que no era desconocida en absoluto para su público ya que habitualmente la interpretaban en sus primeros conciertos.
Esta canción sería “Embarrassment”, que se publicaría como segundo sencillo del álbum, y en cuyo videoclip se puede apreciar a unos Madness más tranquilos y sin ningún tipo de traversuras. Querían demostrar que no eran simplemente siete amigos que rompían con todo y se lo pasaban bien sino que también erán unos grandes artistas.
Con la publicación del tercer sencillo de este trabajo lograrían un éxito que podríamos considerar un tanto atípico. En aquella época era bastante habitual que en cada disco los artistas incluyeran un tema instrumental para lucimiento de los músicos. Lo que no era tan habitual es que ese tema instrumental fuera publicado como single.
Pues bien, ellos lo harían y cosecharían un gran éxito con un tema instrumental a su más puro estilo. Su título “The Returno Of The Los Palmas 7”, parodiando de algún modo las aventuras de los siete magníficos.
Un año después, en 1981, llegaría su siguiente disco, titulado “7” y en el que aprovecharían una vez más su amplio material de composiciones para publicar alguno de sus sencillos, como sucederían con “Green Day”, un tema que alcanzaría los puestos de honor en las listas del Reino Unido.
Además Madness recuperaría la locura habitual en el videoclip de esta canción. Hasta en un tema algo más tranquilo de lo habitual y al hablar de un día gris eran capaces de hacernos reir. Una vez más, el principio del vídeo es puro disparate.
En este disco, Madness parecen mostrar una cierta evolución en su sonido. Sin perder su esencia, sí que es cierto que puede considerarse como un disco más tranquilo de lo habitual y en el que el puro estilo ska se mezcla con otras tendencias.
Estas nuevas tendencias en su música pueden apreciarse a la perfección en la primera balada de su carrera que sería publicada como sencillo. Estoy hablando de “It Must Be Love”, que además se convertiría en un número uno en prácticamente toda Europa y que demostraría muy a las claras que su sonido estaba madurando y de que manera.
A pesar de este pequeño giro, la aceptación de su disco fue total y en Reino Unido volvieron a obtener grandes ventas y mucho éxito. Además, no todas sus canciones eran más suaves y tranquilas cercanas a medios tiempos, sino que también había melodías para bailar y pasárselo bien, como por ejemplo este “Shut Up”.
La verdad es que es complicado encontrar algún tema de este disco que tenga la esencia puramente ska de siempre. Quizás en “Cardiac Arrest”, el último sencillo que se publicaría de este trabajo, podramos encontrar ciertas coincidencias, pero casualmente sería el que menor aceptación tendría entre el público. Parecía que la evolución que estaban mostrando gustaba a sus fans.
Su actividad era frenética y salían a nuevo disco por año. De esta manera, en el año 1982 publicarían un nuevo trabajo en el que darían un cambio bastante grande a su manera de hacer música pero en el que figurarían algunas de sus canciones más famosas y más elogiadas por la crítica. Atrás quedaba el ska puro, llegaba una música más madura, cuidada y evolucionada.
Eso sí, el que Madness ya no solamente hiciera ska no quería decir que su esencia de siempre no estuviese ahí. En todos sus discos siempre estaría presente su manera de hacer música que les llevo a la fama y que a ellos realmente más les gustaba hacer, algo que podemos comprobar, por ejemplo, al ver y escuchar su “House Of Fun”.
Además no dejaban nada al azar. Su estrategia era la de que los primeros singles de sus discos fueran los que mostraban su estilo habitual, con lo que seguían manteniendo la atención de sus fans que seguían comprando sus discos, para dejar para el final las canciones que más se alejaban del mismo y que mostraban esa evolución que estaban manifestando.
De esta manera, el segundo sencillo que se publicaría de este disco sería “Driving In My Car”, sonaría a ska y, se repetiría la historia, sería el de menos éxito de los cuatro que se publicarían.
Pero lo mejor estaba por venir. El disco podía considerarse como un trabajo conceptual basado en la niñez. Pues bien, su canción estrella sería un éxito total y se convertiría en todo un clásico de la banda, además de estar considerada por muchos como la mejor canción que grabaran en toda su trayectoria. Con un sonido bastante novedoso, “Our House” se convertiría en uno de los sonados éxitos del año en toda Europa.
Esta canción fue definitiva en su carrera para que Madness se convirtiera en un grupo que no solamente arrasaba en el Reino Unido sino que también era capaz de vender, y mucho, en el resto de Europa. Su popularidad era ya absoluta y nadie discutía su calidad.
Aunque su imagen seguía siendo la de un grupo divertido y que no tenía más pretensiones que las de pasárselo bien y hacer que su público también disfrutara, su música cada vez recibía mejores críticas y estaba abierta a un público más extenso. Con el cuarto single de este disco, “Tomorrow’s Just Another Day”, corrobarían todos estos aspectos, aunque, como siempre, el lado cómico aparecería en el disparatado inicio del videoclip.
Así las cosas, su siguiente disco sería la que podría llamarse la culminación de los nuevos Madness, ya que se alejaría definitivamente del ska para dar paso a un nuevo estilo propio, original e inigualable, pero para ello habría que esperar un par de años.
Sería en el año 1984 cuando aparecería en el mercado “Keep Moving”, el disco definitivo en su evolución y que les abriría por primera vez las puertas del mercado estadounidense, publicándose dos versiones distintas en Europa y Norteamérica con distintos singles en ambos pero con un gran éxito.
Ese cambio final puede comprobarse en el que sería primer sencillo publicado en Europa, que rinde tributo a uno de sus actores favoritos y que incluye la voz del mismo, me estoy refiriendo a “Michael Caine”.
Las críticas que recibiría el disco serían bastante buenas a ambos lados del Atlántico y su nueva música tendría muy buena acogida. Escuchando este disco no hay ninguna duda de que Madness se habían alejando totalmente de su época revival de ska y ya se asemejaban más a un grupo de música totalmente pop.
Con este giro en su carrera, los medios tiempos y las baladas empezaron a tener mucho peso en sus discos, como sucedería con el segundo single publicado en Europa, “One Better Day”, una tranquila melodía que lograría también bastante éxito.
Como ya comentaba antes, en esta ocasión apostarían a lo grande por intentar entrar de una vez por todas también en el mercado estadounidense, por lo que cambiarían algunos de los temas que se incluían en el disco y allí serían dos canciones distintas las que se publicarían como singles con respecto a los sencillos publicados en el Reino Unido y resto de Europa.
De esta manera, el primer sencillo publicado en USA sería “Wings Of A Dove”, en cuyo videoclip Madness se muestran en su mejor versión. Alcanzarían bastante éxito con este single en Estados Unidos por lo que finalmente también se publicaría como tal en Europa.
Fuera como fuese, casualidad o no, este disco sería el último en el que Mike Barson, auténtico fundador del grupo, participaría (de momento), ya que decidiría abandonar el grupo tras finalizar la correspondiente gira. Sus explicaciones fueron que lo hacía por trasladarse a vivir a Amsterdam junto a su novia y cansado de tanta actividad, pero lo cierto es que también existieron rumores acerca de que él no estaba totalmente de acuerdo con el giro que el grupo le había dado a su sonido. Como veremos más adelante esas diferencias realmente no existían.
Por este motivo, “The Sun And The Rain”, publicado como sencillo en Estados Unidos, podía considerarse como el último single de Barson en Madness (de momento).
Lo que no sabían es que esta pérdida no era más que el principio de la separación del grupo. Daba la impresión de que sin sus siete miembros al completo, la banda se encontraba huérfana. Pese a todo, en el año 1985 aparecería su siguiente disco.
Su título sería “Mad Not Mad” y tendría algo menos de éxito que sus anteriores discos, pero la marca Madness en el Reino Unido era sinónimo de éxito, por lo que en su tierra natal seguirían triunfando.
El disco sería más suave y con unos arreglos más profesionales que nunca. Por primera vez en los teclados no solamente el sonido de su eterno piano sería predominante, ya que el uso de sintetizadores se haría patente. Muestra de esta madurez a la hora de hacer música es el primer sencillo publicado de este disco, de título “Yesterday’s Man”.
Eso sí, su esencia de siempre no había sido eliminada del todo. A pesar de que habían dado un importante vuelco a su manera de hacer música, en sus discos siempre existía un lugar para el ska que tanta gloria les diera. Además, ahora que el mercado americano también apostaba por ellos, aprovecharían para realizar uno de sus videoclip alocados con el “Tío Sam” como telón de fondo. Estos dos aspectos juntos darían lugar a una de mis canciones favoritas de Madness: “Uncle Sam”.
De cualquier manera, el vacío que había dejado la marcha de Mike Barson llevaría consigo que tras este disco el resto del grupo decidiera que el recorrido de Madness había llegado a la meta, por lo que en el año 1986 anunciarían su separación y publciarían una canción de despedida que llevaría el título “(Waiting For) The Ghost Train” y que estaría dedicado a la situación que vivía Sudáfrica con el apartheid.
La decisión de dejarlo pillaría por sorpresa a propios y extraños. Lo hacían cuando sus discos seguían vendiéndose, sus canciones se seguían escuchando en las emisoras de radio y el éxito les sonreía. Además no era el caso de esos grupos que al evolucionar y cambiar de manera de hacer música pierden a sus fans por el camino, ya que los cambios que ellos fueron introduciendo siempre tuvieron el benplácito de sus seguidores.
Prueba de que quizás la decisión fuese demasiado precipitada sería que apenas dos años después, en 1988, McPherson, Smyth, Thompson y Foreman publicarían un nuevo disco bajo el nombre de “The Madness”, titulado de igual forma, y con el que pretenderían seguir adelante. Lo cierto es que si la marcha de Barson ya provocó un pequeño cisma, la publicación de un disco sin tres de sus habituales miembros sería decepcionante.
Con un estilo más guitarrero y con menor presencia de dos de los instrumentos que siempre habían sido sus señas de identidad, piano y saco, el disco no cumpliría las espectativas y pasaría bastante desapercibido. Este nuevo cambio de estilo puede comprobarse perfectamente en el single “I Pronounce You”.
Tras este revolcón, el grupo decidiría dejarlo. Por lo menos en cuanto a lo de publicar discos se refiere ya que entre los años 1992 y 1998 se reunirían una vez al año para ofrecer un concierto a sus fans por Navidad. Originales hasta para separarse.
Como era de esperar, el no perder el contacto entre ellos y esas actuaciones esporádicas les llevarían a retomar la actividad, incluyendo al “desertor” Mike Barson, y de esta manera, en el año 1999 aparecería en el mercado “Wonderful”, un nuevo disco que les devolvería a la palestra en el Reino Unido.
La calidad de la música que contiene este disco es indiscutible. Madness ya se habían convertido en una banda que, sin dejar su lado de grupo de amigos gamberros que se lo pasan bien tocando juntos, ya eran historia viva de la música británica. Entre las canciones más destacadas de este disco se encuentra “Johnny The Horse”, un tema que he de reconoceros que a mí me encanta.
En cuanto a lo de no perder su lado gamberro podemos comprobarlo en otro de los temas destacados de este trabajo de reencuentro. Su título es “Drip Fed Fred” y es una de esas canciones que se cantan con los colegas tomando unas cervezas en uno de los garitos preferidos. Vamos, toda una canción de taberna.
La popularidad e influencia dentro del mundo de la música en su país era tal, que en el año 2002 se estrenaría en Londres el musical “Our House”, en el que ellos mismos se encargarían de las labores de producción, convirtiéndose en uno de los acontecimientos del año y permaneciendo en los teatros británicos durante mucho tiempo. El propio “Suggs” se permitiría el lugo de actuar en dicho musical durante los primeros pases.
Madness se encontraba en esos tiempos en un momento de su carrera en la que no tenían ninguna necesidad de jugársela con nuevos discos ya que sus giras interpretando sus éxitos de siempre y el musical “Our House” les hacían mantenerse activos y presentes en el panorama musical británico. Pese a ello, en el año 2005 volverían a meterse en el estudio de grabación.
Sería para publicar un disco con versiones de grandes éxitos de otros artistas interpretados a su manera, algo bastante habitual como hemos visto en anteriores artículos de “La Graminola” en aquellas bandas que están medio “retiradas”. El disco llevaría el título de “The Dangermen Sessions, vol. 1” y se atreverían a versionar temas como “Israelites” de Desmon Dekker & The Aces o a los mismísimos The Kinks con su mítico “Lola”. Merece la pena escuchar esta canción a ritmo de reggae.
Dado que la acogida de este disco fue bastante buena y sus ventas considerables, el grupo pensó que llegaba el momento de publicar un disco con material nuevo, poniéndose manos a la obra. Sin embargo, no lo harían con todos sus miembros, ya que en ese instante Chriss Foreman decidiría abandonar definitivamente el grupo pensando que ya era hora de descansar de verdad.
Eso sí, la grabación de ese nuevo disco se la tomarían con bastante tranquilidad ya que tardarían en hacerlo nada más y nada menos que tres años, por lo que hubo que esperar hasta el año 2009 para que apareciera en el mercado “The Liberty Of Norton Folgate”.
Este disco recuperaría notablemente su sonido de los primeros tiempos, algo que puede comprobarse en su single de presentación, titulado “Dust Devil” y en cuyo videoclip por primera vez en toda su carrera no aparecía ninguno de los miembros del grupo en escena. Definitivamente parecía que habían sentado la cabeza.
Las críticas de este disco fueron bastante buenas, así como sus ventas, entrando bastante alto en las listas de éxito del Reino Unido. De hecho, algunos entendidos lo consideran el mejor trabajo de su carrera, afirmación que a mí me parece un tanto exagerada, aunque sí que creo que contiene una canción que podría pasar por ser la de más calidad que jamás grabaran.
Manteniendo el ritmo ska de siempre, pero con unos arreglos orquestales espectaculares y la madurez de sus últimos tiempos, “Forever Young” me parece una auténtica joya de canción.
Para hacernos una idea de la transcendencia que Madness tiene en el mundo musical inglés, ellos fuerons los que tuvieron la ocasión de abrir musicalmente la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, interpretando Our House, como no podía ser de otra manera.
Aprovechando el tirón de su momento de gloria en los Juegos Olímpicos londinenses, llegaría la publicación del que hasta ahora es el último disco de Madness. Su título: “Ouis Oui, Sí Sí, Ja Ja, Da Da”. Originales como siempre.
Las críticas que recibió este disco fueron bastante buenas y sus ventas serían más que aceptables. La marca Madness ya se había convertido en todo un símbolo de calidad y en el Reino Unido toda una institución. En cuanto a la música, las canciones de este disco seguían la línea de sus últimos trabajos, destacando nuevamente los arreglos orquestales de “Never Knew Your Name”.
Y podría decirse que hasta aquí llega la historia de Madness. Desde el año 2012 no han mostrado ninguna actividad encaminada a publicar nuevo disco, pero a buen seguro que lo harán. Esa conexión que siempre han tenido los siete, ahora seis, siempre les ha llevado a retornar periodicamente y con muy buena música. Atrás quedó su época de ska desenfrenado, pero sus melodías más tranquilas y trabajadas no tienen desperdicio.
Así que hasta aquí llegamos hoy, pero quiero dejaros como broche de oro la canción que a mí más me gusta de este disco. Un tema con un sonido al más puro estilo del rock de los 60 titulada “Misery”. A mí me parece espectacular.
Eso sí, como siempre no olvidéis echarle un vistazo a nuestra página favorita de pintura, “Esencia De Trementina”.
https://esenciadetrementina.wordpress.com/
Hasta la próxima, Graminoleños.
JUAN JOSÉ GOMARIZ