Madre, educadora y pionera.

Por Santos1
Beata Alicia Le Clerc, virgen fundadora. 9 de enero y 14 de octubre, traslación de las reliquias.

Nació el 2 de febrero de 1576 en Remiremont, los Vosgos. Fue una niña alegre y despierta, estudiosa y gustaba de las cosas de la religón. La adolescencia le enfrió bastante la piedad, prefiriendo las fiestas, diversiones y compañía de amigos. A los 18 años su familia se mudó a Mattaincourt, una ciudad que crecía a ritmo vertiginoso. A los 21 años cayó enferma y tuvo que guardar cama, por lo cual se aisló de amigos y diversiones, teniendo que pasar la mayor parte del tiempo haciendo labores o leyendo. En este estado comenzó a leer un libro devoto y su vida cambió para siempre. Tomó en cuenta lo poco que había servido al Señor desde su niñez y apenas sanó totalmente comenzó una vida de seria piedad.

Supo que en Hymont, cerca de Mattaincourt había un piadoso sacerdote y quiso dirigirse con él. Fue San Pedro Fourier (9 de diciembre), con quien su vida estaría unida para siempre. Alicia quería dedicar su vida a Cristo, pero ninguna Orden monástica le atraía. Una moción interior de Nuestra Señora le indicó que su vocación estaba en darse a los pobres y necesitados. Fourier estaba en ese mismo momento planeando abrir una escuela para niñas y buscaba jóvenes para la empresa. Alicia supo que ahí estaba su respuesta y fue la primera, dando origen a la Congregación de Canonesas de Nuestra Señora. Seguían la Regla de San Agustín y su carisma central fue la formación de las niñas pobres, de las que nadie se acordaba. No solo se enfocaron en las niñas de familias católicas, sino que admitían incluso a las de familias protestantes, que no tenían otra opción educativa para sus hijas. Además de impartir clases, frecuentemente visitaban a los pobres, cuidaban enfermos y huérfanos.

Alicia y otras cuatro jóvenes tomaron el hábito el 25 de diciembre de 1597, haciendo votos privados. En 1606 establecieron la Casa Madre en Nancy. En 1617 llegó la aprobación diocesana de las Constituciones y en 1618 las canonesas de esta Casa profesaron solemnemente. Desde entonces se llamaría María Teresa de Jesús. En esta ocasión celebraron Capítulo y Alicia fue elegida superiora de las demás. Junto a Fourier redactó las Constituciones de la Congregación. Las Canonesas vivían en clausura, como era la usanza, hacían votos públicos y solemnes. Además, signos de los tiempos, admitieron Hermanas de votos simples, que salían a las calles y vestían un hábito propio para ello. Esta idea sería fundamental para la fundación de la "Congregación de Nuestra Señora", fundada por Santa Margarita Bourgeoys (12 de enero), para la evangelización y la educación de los indígenas el Canadá.

Nuestra Beata falleció el 9 de enero de 1622, dejando varias casas fundadas. Fue sepultada en un ataúd de plomo en Nancy. Durante la Revolución Francesa sus religiosas tuvieron que padecer mucho y la Congregación fue disuelta. La Casa de Nancy fue demolida. En 1814 algunas lograron reunirse y refundaron la Congregación. Otras, como la Beata Teresa Gerhardinger (9 de mayo), fundaría en 1833 las "Hermanas Educadoras de Nuestra Señora".

Sepulcro de la Beata.
Catedral de Nancy.

A finales del siglo XIX las religiosas comenzaron a promover que su fundadora fuera canonizada, pero tropezaron con el escollo de que no había reliquias de ella, un requisito para entonces insalvable. Gestiones de prelados y otros religiosos hicieron que, por excepción, Roma obviara esta norma en el caso de Alicia, debido a su fuerte ejemplo entre las maestras católicas. Finalmente, Pío XII la beatificó el 4 de mayo de 1947. Tres años más tarde unos jóvenes de Nancy hallaron una especie de sótano y se metieron a explorar, cuando dieron de bruces con un ataúd de plomo. Hechas las investigaciones, no hubo dudas, era la Beata Alicia. El reconocimiento oficial y la traslación a la Escuela de Nuestra Señora se realizaron en 1960. El 14 de octubre de 2007 fueron trasladados a la catedral de Nancy.

A 9 de enero además se recuerda a:

San Andrés Corsini,
obispo carmelita

Beato Antonio Fatati,
obispo.

S. Adrián de Canterbury,
abad