Dama cubierta de fuego blanco, reina de la noche que alumbra su oscuridad, escucha mi tristeza y llanto, dame paz y serenidad.
Madre luna; que ejerces poder sobre la tierra y los mares, escucha mis ruegos y deseos, alivia todos mis pesares, y convierte mi tristeza en alegría.
Luna; tú que eres madre, necesito que me ampares, me des consuelo y protección, encontrar consejo y reflexión.
Permite que mi corazón se llene de pasión, ya que en él jamás existirá el amor, será feliz cuando tenga su complemento, aunque sabes que ya llegó ese momento.
Dios; tú creaste la luna para alumbrar nuestras noches, en ella encuentro cómo llegar a ti, porque tú estás dentro de mi, y todo mi interior conoces.
Éste poema fue inspirado en un hermoso mito gitano que escuché en la universidad; la luna es sólo un satélite natural de nuestro planeta
Yo contemplé la luna
Éste deseo mío se cumplió un año después de escribir éste poema y mi destrozado corazón