En un rincón de un ordenador, a punto de ser cedido a un tercero, trasteé con Google Desktop y me encontré con un montón de preguntas que me enviaban los padres a una revista, hace ya unos cuatro años. Me ha parecido interesante reproducirlas.
Mi marido dice que soy demasiado alarmista y que acudo con demasiada frecuencia al pediatra ¿Cuándo es recomendable ir al pediatra? La palabra alarmista es difícil de evaluar como parte de su labor como madre. Lo primero que se me ocurre es que pregunte a su pediatra si cree que usted es alarmista. Muchas madres tienen una tendencia a la sobreprotección. Los niños tienen necesidades de cuidado de salud diferentes a las de los adultos—tanto sus necesidades médicas como las emocionales. El pediatra vigila el crecimiento y desarrollo, enfermedades, nutrición, vacunas, su bienestar físico, comportamiento, problemas emocionales o familiares, problemas de aprendizaje y otros relacionados con la escuela prevención y manejo del abuso de drogas, pubertad y otras inquietudes de la adolescencia (televisor, el Internet, y otros medios).
Las visitas regulares al pediatra son clave para el cuidado medico preventivo. En cada visita, el pediatra, o la enfermera pediátrica, examinarán a su hijo para asegurarse de esté saludable y esté creciendo bien, actualizar las vacunas, vigilar el crecimiento y desarrollo, diagnosticar problemas físicos antes de que sean importantes, informarle cómo mantener a su niño sano y contestar todas sus preguntas. Cada Comunidad Autónoma tiene un calendario de visitas al pediatra. Los bebés y lactantes necesitan exámenes frecuentes durante los primeros 24 meses de vida. Después de la edad de 2 años, la mayoría de los niños no necesitan visitas regulares con tanta frecuencia.