Madre Tomelín, el lirio de Puebla

Por Santos

Pregunta: Amigo Ramón soy tu fan #1 me encantan estas curiosidades de los santos y tu haces un excelente trabajo junto con tus colaboradores. Pues te escribo por este medio para preguntarte sobre Sor María de Jesus Tomelín (el lirio de Puebla) y sobre Catarina de San Juan mejor conocida como la china poblana, tengo entendido que las dos quedaron solo en venerables y por mas que intento buscar información sobre ellas, sobre todo de Sor María no encuentro una muy convincente. Muchas gracias y espero no dar dolores de cabeza. México

Respuesta: Hola, amigo! Tendras que discutir el puesto de #1 con algunos... ya en serio, tampoco es para tanto. Si mi página sirve de algo es por vosotros, los que preguntais y los que comentáis, o hacéis correcciones. Para eso nació, y por eso existe. Y no me has dado dolores de cabeza, que le he pasado la pelota a André, que de santidades y devociones latinoamericanas sabe un montón y mucho más que yo. Es el quien te responde a ti y a mi, que ya aprendo yo también.
LA MADRE TOMELÍN DEL CAMPO, EL “LIRIO DE PUEBLA”
María de Jesús de Tomelín del Campo nace un 21 de febrero de 1579, en la ciudad de Puebla de los Ángeles, México, hija de Don Sebastián de Tomelín y Doña Francisca del Campo. Varios biógrafos de la santa refieren como en toda buena leyenda de santos, de milagros piadosos que sucedieron en su niñez y de apariciones de la misma Virgen.
Se dice que su madre habiendo tenido un terrible percance en el octavo mes de gestación y por miedo a perder la creatura, se encomendó a la Inmaculada Concepción y se dice que la misma Virgen le dijo: “Hija, no temas; yo te ayudaré y tomaré a mi cuidado a la niña que tan de corazón me has ofrecido”. Al siguiente mes nació la niña sana y salva y sin ningún percance, su madre siendo tan devota de la Virgen siempre le repetía el nombre de esta a la niña, lo que hizo que sus primeras palabras fueran “Ave María”. Como en otras leyendas piadosas se dice de la madre Tomelín que desde los tres años hacía oración mental y que a los 5 años ya tenía arrebatos de éxtasis. Aunque esto parezca difícil de creer, hay que recordar que es algo muy repetido en varias vidas de Santos como referencia a que desde muy pequeños se habían entregado por completo a Dios.
Cuando ya tuvo cierta edad, el deseo de ingresar como religiosa en María de Jesús ya era muy grande, pero se interponía su padre, quien quería casarla con algún joven de buena familia. Llegó al grado de amenazar a su hija y casi intentar matarla con un puñal por querer seguir la vida religiosa. Su madre, al ver estos sucesos extremos, planeó la forma de ingresar en secreto a su hija en el convento concepcionista y un día regresando de misa, siendo escoltadas por el hijo mayor, pasaron por el convento y la madre, alegando que tenia sed y querían pedirle un vaso de agua a las religiosas, aprovechó para meter a María en el convento y estando dentro esta se acogió al privilegio de ser lugar de asilo y ya nadie la pudo sacar de nuevo del convento. A los 19 años de edad en 1598, María tomo el hábito de la Concepción, tomando por nombre Sor María de Jesús.
Ya como religiosa su fama de santidad se extendió al grado de ser consultada por el Obispo de Puebla para resolver situaciones difíciles. Su amor a María la llevó a fundar varias cofradías entre las hermanas del convento, la Cofradía del Rosario, la del Carmen y la del Dulce nombre de María.
Debido a su piedad estuvo a punto de ser elegida como abadesa, cuando la madre Tomelín se enteró de esto comenzó a hacer oración pidiéndole a Dios que no permitiera tener aquella carga y que le diera otra cruz a cambio. Al hacer la elección salió elegida otra religiosa. Esto provocó que muchas de las religiosas que antes la habían apoyado y admirado se pusieran en su contra y le echaran la culpa de muchas cosas que sucedían en el convento, debido a que no había querido aceptar el cargo de abadesa. Llegó a tal grado, que el Obispo tuvo que llamar a sor María de Jesús a su presencia. Al llegar ante el obispo este la cuestionó sobre todas las culpas que se le imputaban y la madre Tomelín solo contestaba que ella era culpable y que no era digna de vestir el hábito de la Concepción y que todas las demás hermanas eran mejores que ella. Debido a la obediencia tuvo que contestar uno a uno los cuestionamientos que le hacía el Obispo, y este al escuchar las respuestas pudo darse cuenta que sor María era inocente de todas las culpas.
Mucho se dice en la vida de sor María como en otros casos de visiones sobre la Virgen con el Niño, de varios santos de su devoción y varios éxtasis. También tuvo el don de Profecía, una de las más interesantes es esta: “Yo he de morir pronto, después de mi morirá el Señor Obispo, a quien sucederá un pastor escogido y santo, aunque a esta hora no está ordenado todavía de sacerdote, cuyo gobierno será justo y santo…” Un año después del fallecimiento de la madre Tomelín falleció el Obispo y su sucesor fue el recientemente beatificado Juan de Palafox y Mendoza.
La madre Tomelín fallece el 11 de junio 1637, y en 1661 el obispo Diego Escobar y Llamas introdujo su causa y se logró que fuera declarada Venerable. Hasta 1946 su proceso seguía vigente, pero por desgracia hasta el día de hoy no se ha logrado la beatificación. Sus reliquias estuvieron primero en el convento de la Concepción de Puebla, posteriormente pasaron al templo de Santa Gema en la misma ciudad de Puebla y aquí divergen las versiones: se habla de que al abrir la tumba ya no quedaba nada más que polvo, pero otras versiones dicen que los restos aún se conservan en el nuevo convento de la Concepción, más esto es difícil de comprobar debido a que es un convento de clausura. Quizá esto mismo haya hecho que su devoción fuera disminuyendo, actualmente es muy desconocida y muy difícil de encontrar bibliografía sobre ella fuera de Puebla. Se narra que muchos milagros se consiguieron mezclando agua de San Miguel del Milagro con tierra de la tumba de la madre Tomelín, pero como bien se sabe en estos casos, es difícil saber quien hizo el milagro si San Miguel o la madre Tomelín.

André Efrén Ordóñez Capetillo.

Muchas gracias, André, es un lujo contar con tu fidelidad siempre que te pido ayuda. Y gracias al amigo Tacho que nos cede la imagen. Es una pena que la Madre Tomelín se haya quedado así, en el limbo de los procesos, como tantos. Pero si ya no es venerada ni conocida, poco sentido tendría la beatificación que, en primer lugar, es para sancionar el culto imemorial que ya no tiene. Curiosa la profecía sobre Palafox, del que, lo reconozco, conozco muy poquito.

Ramón