Están por todas partes, lector, ocupando todo, copando todos los espacios dirigidos a la población en general y a las madres y padres en particular, te las encuentras en todos los sitios, salen de debajo de las piedras cual escorpiones venenosos, se multiplican como los gremlins cuando se dan una ducha, son las madres expertas que no saben ni donde está su culo. Después de haber sido un auténtico coñazo en sus embarazos con sus continuos dolores, sus quejas diarias sin sentido, y sus exigencias de damas de la época victoriana, y después de haber provocado el quasi suicidio de sus parejas, familiares, y sobretodo de sus amigas sin hijos, van por el mundo sembrando su sabiduría típica de ignorante pedorrona que se ha leído cien libros sobre la maternidad pero que no tiene ni put... idea de lo que es en realidad. Van por ahí con sus carros llenos de lazos emulando a los féretros antiguos, y sus pechos al descubierto para dar de mamar a sus vástagos allí donde les parezca mejor, y todas las demás madres en particular, y la población en general, tienen que aguantarlas porque son el alfa y el omega de la reproducción planetaria, y porque si no fuera por ellas el mundo sería un desierto sin fin. Son ellas, las madres que van de sabiondas por la vida y que tienen la extraña necesidad de dar sus apestosas opiniones sobre todo a las demás madres, las que no son como ellas, las que han trabajado en el embarazo a pesar de los vómitos y no se han quedado en sus casas desde el primer mes como ellas, las que ya no saben lo que es ir a hacerse las mechas o darse un baño de espuma y no les importa, las que sacan a sus hijos a flote con pecho, biberón, caldos de cazuela o lo que sea, porque tienen que sacarlos a flote y punto. Van por ahí hablando de la puñetera OMS como si trabajaran en ella, y predicando sobre la lactancia materna bajo pena de lapidación a todas las que no siguen la alimentación vía teta, y dando lecciones de cómo educar a los hijos como si de repente alguien las hubiera ungido con una sabiduría que jamás en la vida han tenido ni tendrán. Son ellas, las radicales que defienden el parto natural y doloroso aunque luego piden a gritos la epidural, y las que juzgan a todas las que han decidido no tener hijos o incluso tenerlos a pesar de tener alguna discapacidad, por ejemplo, ( hay una "periodista " que tiene un bloq de mierd... en el que habla de la maternidad y al que no voy a dar publicidad, por supuesto, y que ha tenido los cojon... de juzgar a unos padres porque han tenido un hijo con discapacidad física a pesar de haber sabido que la tenía ya en el embarazo, aunque aquí he de decir que las lumbreras que comentan en su blog dejan claro el nivel de respeto a la libertad de los demás y la empatía con el prójimo que tienen.... ), ellas, las que hablan del aborto sin tener ni put... idea de lo que es pasar por uno, y las que creen que los niños son prolongaciones de ellas mismas. Son ellas, las expertas que hablan de la abnegación materna y luego dejan al niño con las abuelas porque tienen que irse al spa de turno a decir a todos los allí presentes que son madres y dueñas del mundo, las que criminalizan a toda aquella que compra los disfraces de los hijos en vez de hacerlos porque trabaja nueve horas diarias para llevarlos a un buen colegio, son ellas, las madres que van de listas y que no saben ni donde tienen su propio culo. Son ellas, las que dan a sus niños de meses trozitos de comida que no pueden masticar por carecer de dientes porque esa es la última put... moda ( y así de paso no tienen que molestarse en hacerles un puré, que cuesta tiempo, y ese tiempo han de invertirlo en dar sus asquerosas lecciones de vida), las que van al pediatra cada tres minutos porque su niño no tiene nada pero así se sienten mejor, las que critican a las demás madres por coger a sus hijos en brazos o por no cogerlos dependiendo de cómo se levantan ese día, las que ponen mil quejas a los pediatras o matronas cada vez que éstos les dicen algo que no les gusta, las que van atropellando a los demás son sus carros modelo ataud, las que no pueden comer ni cenar fuera porque el niño tiene que dormir a tal o cual hora bajo pena de muerte si no, son ellas, una nueva espacie que emerge con fuerza, especie a la que las demás madres debemos combatir si no queremos ver cómo acaban instaurando su reino nazi maternal de terror y de inmundicia mental total. Para ellas, para esas grandes sabiondas que no se encuentran su culo, tengo un mensaje muy claro y sencillo: Iros a una isla desierta y disfrutad de vuestra mutua compañía, haced una tribu de madres insufribles en ella, y laméos los culos mutuamente, que es lo que más os gusta, sed felices en vuestra pequeña isla- estado llena de inteligencia y de sabiduría extremas, y dejad el mundo a las madres y padres mundanos que quieren aprender y disfrutar de su experiencia en libertad, que al fin y al cabo de eso se trata... O no?
deja a mi madre en paz, pesada, o te tiro la tierra a los ojos...