Los que seguís el blog con cierta asiduidad ya sabéis lo mucho que me gusta disfrutar de las alturas de Madrid, donde encontramos diferentes maneras de asimilar y entender la vorágine que representa la ciudad. Reconozco que no conocía la presencia de este mirador hasta hace poco, pero en cuanto supe de su existencia, me faltó tiempo para ir a conquistarlo.
La verdad es que muy poca gente sabe que se puede subir a la torre central del Palacio de Cibeles, antiguamente llamado Palacio de Comunicaciones, y gozar de una visión y una experiencia única, con su panorámica de 360 grados desde su privilegiada y exclusiva ubicación. El mirador se abrió al público en abril de 2011 pero el año pasado se hizo de pago. Esto hizo que la afluencia de gente disminuyese, no obstante, serán los dos euros mejor invertidos del día. Por algo más del precio de un café grabaréis en vuestras retinas unas postales de ensueño.
El tiempo que dura cada turno de visita es de 30 minutos, más que suficiente para dar una vuelta al corredor que bordea la torre, escudriñando el horizonte y jugando a reconocer los edificios más representativos de Madrid. Allí, a 70 metros de altura, no falta ningún invitado a la fiesta, desde el impresionante eje que forman el Paseo del Prado y la Castellana, junto a las Torres de Colón, al verde del Retiro, pasando por la elegancia que desprenden los tejados del Barrio de Salamanca. A nuestros pies, una diminuta Cibeles apunta a la confluencia Alcalá – Gran Vía donde los más altos de la clase, Círculo de Bellas Artes y Edificio Telefónica, no necesitan ponerse de puntillas para saludarnos desde la lontananza.
Nada ni nadie se escapa en este brutal lienzo que como digo, ofrece una visión divina y total de todo Madrid. Colarnos en las entrañas de edificio diseñado por Antonio Palacios y Joaquín Otamendi y sentir que puedes casi palpar las otras torres del edificio mientras admiras su trabajado grado de detalle es simplemente maravilloso. Mientras tanto, los abigarrados tejados del centro nos buscan aguantar la mirada al tiempo que leemos los paneles informativos donde se nos señala, uno por uno, donde se ubican los principales atractivos de la ciudad. Todo está pensado para que no nos perdamos nada desde nuestra privilegiada plaza.
La principal baza de este mirador, repito, es su panorámica de 360 grados (algo que por ejemplo no sucede en el Círculo de Bellas Artes), un sitio totalmente recomendable cuya entrada es gratis el primer miércoles de cada mes. Si de verdad amáis un poquito Madrid no es perdáis esta experiencia, espectáculos así no se ven todos los días.
Horario: 10.30 a 13.30 h. y de 16.00 a 19.00 h.
Duración de la visita: 30 minutos
Precio: 2 € adultos, 0,50 € menores de 12 años. Las visitas son gratuitas todos lo primeros miércoles de mes así como los días: 2 de mayo, 15 de mayo y 12 de octubre.
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