La nueva política, como tantas otras veces se encuentra alejada de la edad, ahora encarnada en una abuela, con fuerte personalidad, sólido relato, entrañable de trato y discurso, poco dada al histerismo anti, bañada en ética, una líder emocionalmente positiva, luchadora desde el antifranquismo, experimentada profesional… ha conquistado los corazones madrileños y con ellos la alcaldía de la capital de España, una ciudad de tres millones de habitantes que se siente representada por Manuela Carmena Todos debemos aprender, empezando por muchos periodistas y políticos que no se enteran al atribuir el resultado a quien está de moda. Este no es un triunfo de Podemos, sin ellos no hubiera sido posible, con ellos solos, tampoco, el éxito lo es de una confluencia de gentes que votaron bastante más allá, izquierdistas, activistas sociales, sindicalistas, progresistas, socialistas, comunistas, ecologistas, cristianos de base, mareas, trabajadores, estudiantes, jóvenes y jubilados, y mujeres… y por último apoyada por el PSOE. Los votos de la capital fueron para Carmena, los votos para la Comunidad, en la misma ciudad de Madrid, fueron inferiores para Podemos que los obtenidos por Manuela. Y mucho mayores para PSOE e IU los logrados en la Comunidad que los obtenidos por estas mismas siglas en la capital. La conquista de la capital la ha logrado un fuerte liderazgo que no ha premiado unas siglas particulares, ni ha enfrentado unas a otras, ha unido equipos, candidatos, siglas, intereses y sueños personales de mucha gente que ya estaba harta. Madrid la puerta de todas lasinterpretaciones.
Gabilondo, Marchena y García Montero ¿los imaginan juntos?