Como no intercambie sus candidatos para las próximas elecciones de la comunidad y la alcaldía de Madrid, EL PSOE penará durante mucho tiempo en la oposición española
José Luis Rodríguez Zapatero puede ser brillante éstos días en sus debates con Aznar, e incluso ganarlos, pero poco tendrá que hacer si el PSOE es poco importante en los órganos capitalinos.
Es curioso: las veletas de ambas instituciones señalan quién va a gobernar España; cuando Felipe González aún ganaba elecciones generales, las flechas madrileñas cambiaron su orientación y llegó José María Aznar.
Porque Madrid sublima gran parte de España al tener una proporción muy equilibrada de residentes de todo el país, que marcan su sentir político.
Frente al actual regidor o los demás candidatos del PP, el PSOE tenía una buena aspirante a la alcaldía, Trinidad Jiménez, pero en un ataque inesperado, Aznar le puso de contrincante al eficaz presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón,.
El derechista Gallardón, que robó y ejecutó buena parte del programa de los socialistas, duplica ahora en intención de voto a Jiménez, según una encuesta del periódico aznarista El Mundo.
Para sustituir a Gallardón en la Comunidad, el PP postuló a Esperanza Aguirre, que solo tiene diez puntos sobre el anodino socialista Rafael Simancas.
Intercambiando los candidatos del PSOE, Trinidad Jiménez podría ganarle la Comunidad a Aguirre, aunque a costa de una derrota escandalosa de Simancas frente a Gallardón: si se atreven, es que de verdad quieren gobernar España.