Sin embargo, sobre la segunda, es decir eso del tapeo, algunas pistas me voy a permitir y, en este caso, haciendo parada y fonda en la capital del reino: Madrid, y sobre un área muy concreta.
Baste decir, lo primero, tres básicas reglas para iniciar “como Dios manda” el recorrido de esta forma tan peculiar de comer. Primera: Nos dedicaremos a probar diferentes comidas en diferentes sitios, no de comer en cada sitio, por lo tanto, no debemos de preocuparnos de llenar el estómago en el primer bar recorrido. Segunda: Decide, desde el principio, que tipo de bebida alcohólica vas a consumir en cada parada. En definitiva, eso de las mezclas, no es un buen consejo. Tercera: Cuando se sale en grupo, bien está aclarar desde el principio cómo se abonará lo consumido y mi consejo es: crear un bote porque queda muy feo eso de pedirle la cuenta individualmente al propietario del establecimiento.
Nuestra siguiente parada será la Taberna de Daniela. Aunque la casa original, fundada en 1.902, lo fue en la calle General Pardiñas (barrio de Salamanca) podremos encontrar una sucursal de la misma en el número 7, de la calle de Jesús. ¡Verdad que no está lejos de la anterior!. Aquí su especialidad es el típico cocido madrileño pero, recordad, estamos de tapeo así que el cocido lo dejamos para otro día. Es así como degustaremos las croquetas de cocido, su tortilla de bacalao y, también, una magnífica tortilla de patatas sumergida en una fuente de barro llena de salsa de callos. Tranquilos, solo salsa.
Que lo disfrutéis amigos, eso sí, siempre con salud, ciudadanos viajeros.
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