Como ya he dicho en otras ocasiones, soy una enamorada de mi ciudad. Cuando tengo tiempo, siempre busco nuevos planes que hacer en la capital y lugares por descubrir. Y siempre hay algo diferente que hacer; algo que conoces porque te lo comentan; o un momento para disfrutar de algo especial. Hoy os voy a hablar de el lugar predilecto para ver el florecimiento de los almendros en Madrid. Yo de hecho hasta hace poco no sabía de su existencia y me enteré por la relación que he establecido con algún otro blogger de viajes. Se trata del parque Quinta de los Molinos, situado en el barrio de Suanzes (también de esta parada de metro. Está situado justo detrás), en el distrito de San Blas-Canillejas. La visita merece mucho la pena porque hay un montón de ejemplares de este tipo de árbol (hasta 1.500 he leído) y cuando florece, la estampa es bonita. Así, Madrid se tiñe de blanco.
El parque, de unas 24 hectáreas, fue en un primer momento propiedad del Conde Torre de Arias y tras pasar por varias manos, fue cedido al Ayuntamiento. El paseo es muy agradable y gracias al buen tiempo del que se goza en la capital durante la mayor parte del año, ideal para una visita una tarde cualquiera. Además del árbol estrella, hay otros como olivos, pinos y eucaliptos. Parejas que disfrutan de un rato sentados en los bancos, gente corriendo, paseando y disfrutando del aire libre, perros más a sus anchas que en cualquier otro lado, fotógrafos amateurs buscando la instantánea perfecta y personas disfrutando del olor de la flor del almendro poblamos el parque hoy, primer jueves de marzo. Y todos sabemos que los almendros de flor son la reina de la fiesta.
Este fenómeno es también preludio de una primavera que asoma estos días en Madrid, aunque muchos sabemos que tan solo es el aviso de todos los años y que desaparecerá seguramente pasado el tiempo para volver a hacer una tregua antes de que llegue finalmente el buen tiempo. Sin más voy a mostraros imágenes del parque y de los almendros en flor, protagonistas absolutos del post.