Estas tres verbenas acaparan el corazón de Madrid, iniciando su itinerario por la zona de Cascorro y el Rastro (San Cayetano, 7 de agosto), para más tarde ir a la zona de Lavapiés (San Lorenzo, 10 de agosto) y por último concluir en La Latina ( Virgen de la Paloma, 15 de agosto). Un momento en el que la fiesta se apodera de las calles en un sinfín de actividades que podréis consultar en este programa de las fiestas cortesía de Don´t Stop Madrid.
El espíritu de estas celebraciones se ha sabido mantener con el paso del tiempo tal y como admiramos en la fotografía antigua que me he animado a rescatar hoy. En ella varios alegres vecinos aprovechan la clandestinidad y resguardo que les proporciona un patio para bailar, reír y disfrutar. Un patio, por cierto, perfectamente engalanado para la ocasión y que hace las veces de improvisada pista de baile. Una prueba de que la esencia de estas verbenas ese abraza a pie de calle.
La imagen, tomada en el año 1959 nos brinda un momento de felicidad sin peros, así nos lo hacen saber sus trasparentes miradas. Una quincena deseada y anhelada por los que llevan el Madrid más puro atado a sus sentimientos y que ahora toca exprimir. Si estás en la capital los próximos días te invito a que te sumerjas en estas fiestas para vivir en primera persona la hospitalidad del pueblo madrileño, una de las virtudes que más me sedujeron de Madrid. Y así, de paso, quizás logres protagonizar una fotografía que igual, dentro de otro medio siglo, alguien observe con tanto cariño.
De la preciosa estampa me quedo con un detalle, una frase que aparecen pintadas en el decorado que se observa al fondo, y en el que también está representada ‘la fuentecilla’: “Viva Madrid, que es el pueblo de todos”. Especialmente los que no hemos nacido en la Villa y Corte pero fuimos adoptados por esta magnífica ciudad, como es mi caso, sabemos cuanta verdad encierran esas palabras.
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Fotos antiguas: Contemplando Madrid