Nuevo atentado en Madrid contra la salud y la independencia de la sociedad respecto de las religiones: prohibida la publicidad sobre el uso del preservativo en los autobuses de EMT (Empresa Municipal de Transportes), argumentando que puede ser ofensiva y herir la sensibilidad de “una parte significativa de la población”. La responsable de movilidad del ayuntamiento –Ana Botella- se ha manifestado de acuerdo con el veto, haciendo nuevamente de su capa un sayo en nuestra tierra los ultra católicos de la extrema derecha, en este Estado confesional de facto y franquista sociológicamente.
El papa de los católicos visita Madrid en agosto con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, que aglutinará sobre todo a jóvenes ultra católicos procedentes en su mayoría de grupos religiosos fanáticos como los neocatecumenales (kikos), Comunión y Liberación, los Legionarios de Cristo del abusador Marcial Maciel (Ana Botella está vinculada a ellos) y otras sectas. Para no ofender sus sentimientos ni los de sus seguidores, Publimedia (la empresa que gestiona la publicidad en los autobuses urbanos de Madrid) prefiere ofender y agredir directamente la salud de millones de personas que, sin condón, se arriesgan a infectar y ser infectados por VIH.
Madrid se revela, así, como tumba del laicismo, de las libertades y de la salud.
España, sin ir más lejos.