Madrid y Barça se intercambian los papeles en la Liga Endesa de baloncesto

Publicado el 14 enero 2013 por Aposilio @aposilio

El equipo blanco domina la competición nacional con un estilo ofensivo desenfadado y espectacular, frente a un conjunto azulgrana en el que la renovación ha socavado su poderío


Fuente: ecodiario.eleconomista.es

Real Madrid y Barcelona, dos clubes que ya no tienen razón de ser el uno sin el otro, parecen haberse cambiado los papeles en la Liga ACB de baloncesto. Mientras que en el campeonato nacional futbolero, los azulgrana apabullan a todos sus rivales mediante el dominio absoluto del balón y la magia efectiva e incomparable de Messi, lo que les catapulta a liderar la clasificación a ritmo de récord, en el deporte de la canasta son los blancos los que encabezan la tabla con sobrada suficiencia, gracias a un baloncesto ofensivo, desenfadado y espectacular, que ha devuelto a los aficionados madridistas a las canchas y que apunta hacia el fin del dominio que el equipo catalán ha mantenido durante el último lustro, en el que se ha alzado con tres Ligas y dos Copas de Europa.
Y en este cambio de papeles ha tenido mucho que ver que la directiva madridista haya apostado por un joven entrenador español, Pablo Laso, que conocía la especial idiosincrasia del club blanco, tras haber jugado durante tres temporadas en el primer equipo. Y fue un envite muy arriesgado, pues el base vitoriano apenas tenía experiencia como preparador, ya que solo había pasado por las filas del Pamesa, Cantabria Lobos y Lagun Aro. Es más, en su currículum solo aparecía como logro destacado el ascenso a la ACB del club guipuzcoano. Pero su escaso bagaje no fue impedimento para que Javier García Col, ex jugador blanco, chico para todo de la sección y actual ejecutivo, se lo propusiera a Antonio García Ferreras, eterno asesor del presidente, quien se lo trasladó a Florentino Pérez. Y este, sorprendentemente, en vez de apostar por la desaparición de la sección, como ha pensado en varias ocasiones, o de intentarlo de nuevo con un técnico estrella tipo Ettore Messina, quien había fracasado estrepitosamente, aceptó la propuesta tras consensuarla con los responsables de la sección.

Fuente noticias.lainformación.es

La apuesta por alguien de la casa parece haber tenido un efecto positivo en una sección vapuleada durante años por la mala gestión y el infortunio. Algo muy parecido a lo que le pasó al Barcelona con Guardiola, quien logró acabar con el eterno victimismo azulgrana y escribir la etapa más laureada de la historia del club. Laso, ya en su segunda temporada (en la primera logró la Copa tras más de diez años de espera), ha recuperado el contraataque como la seña de identidad del Madrid, ha impuesto las veloces transiciones y un estilo valiente y espectacular que se echaba de menos en los parqués. Esto le ha valido para acabar la primera vuelta del campeonato con 16 victorias y una sola derrota, cosechada en casa del eterno rival y gracias a la infalibilidad de la bomba Navarro, y a coliderar su grupo en la competición continental. Y aunque no dispone de una plantilla muy superior a la de sus principales rivales, especialmente entre los hombres altos, tanto en el campeonato nacional como en la Euroliga aspira a recuperar el áurea ganador que llevó a esta sección a sumar 30 ligas (la última en la temporada 2006/2007) y 8 copas de Europa (la última en 1995).
Al contrario que en el fútbol, el Madrid de básket ha optado por darle los galones de estrella invitada a un español, Rudy Fernández, quien todavía tiene que demostrar que vale lo que gana. Es el jugador del equipo mejor pagado y el que más ilusión ha levantado entre los seguidores blancos. Este revulsivo espiritual tiene que plasmarse también en la pista, donde el jugador mallorquín debe asumir bastante más responsabilidad de la mostrada hasta ahora. Pero Laso ha conseguido algo muy importante, que los jugadores se diviertan desplegando un baloncesto muy dinámico, en el que se prima meter canastas antes que impedirlas, aunque esto siempre sea necesario, y que se plasma en una media de puntos cercana a los 85 por partido. Además, el técnico vitoriano está demostrando que sabe incentivar a sus pupilos, dándoles a todos los suficientes minutos para que se sientan importantes en el engranaje.  

Fuente: europapress.es

El Madrid de Laso divierte e ilusiona, mientras que el Barça de Xavier Pascual evidencia que la renovación emprendida esta temporada no sigue el plan ideado. La sustitución radical llevada acabo entre los pivots ha resultado, de momento, infructuosa, pues los Tomic, Jawal y Todorovic están muy lejos del poderío que infundieron Vázquez, Ndong y Perovic. Y el resto de estrellas, Mickeal, Lorbek, Ingles y Huertas no están rindiendo al nivel acostumbrado, mientras que el alma mater del equipo, Juan Carlos Navarro, está más que limitado por su estado físico, aunque él solito impidió que el Madrid igualara su mejor inicio de campaña en la Liga. Esta temporada el Barça no ofrece esa sensación de superioridad de la que lleva disfrutando varios años. Su juego es irregular y poco sólido, lo que le ha conducido a sumar casi tantas derrotas (8) como victorias (9) en la primera vuelta de la Liga Endesa. Con decir que ha estado a punto de quedarse fuera de la Copa del Rey, se explica el estado de inanición en el que ha caído el plantel. Es un equipo en el que se nota mucha más tensión que años anteriores, y el éxito basado en la máxima competitividad y la concentración constante tiene sus límites.
Esta línea de actuación acertada en el baloncesto, a la que ha llegado el club madridista casi por casualidad o como última opción, es la que debería imitar el presidente blanco en el fútbol si quiere recuperar al Madrid campeón que pueda ponerle freno a la supremacía barcelonista. Florentino Pérez está obligado a darle fin a la etapa Mourinho cuando finalice la temporada para reiniciar una política de españolización de la plantilla, empezando por el entrenador, en la que siempre tendrán cabida las grandes estrellas, tipo Ronaldo o Özil, pero no las medianías que cuestan una millonada y aportan muy poco, y encima cierran el paso a la cantera. Pero mucho me temo que el mandamás blanco volverá a insistir en la contratación de un técnico de postín que atraiga más a la prensa del corazón que a la deportiva.