"Acaban de inventar algo (...) Denunciamos una campaña para justificar una guerra contra el pueblo sirio", dijo el presidente venezolano al acusar a Washington de buscar controlar la riqueza petrolera de los países árabes y de Irán. A decir de Maduro, el régimen de Bashar Al Asad representa la "estabilidad" en el mundo árabe y es el que "resiste el avance y la expansión de los sionistas en la región". En su discurso, pronunciado en el hogar de una familia venezolana en una zona popular de las afueras de Caracas, el presidente se refirió a las movilizaciones conocidas como la "primavera árabe" que condujeron a la caída de regímenes en Libia, Túnez y Egipto y que, consideró, también respondieron a intereses occidentales. Maduro se refirió en particular al caso del libio Moamar Gadafi, al que describió como "un gran hermano".
Denunció que Libia "ha sido partida en cuatro" tras su caída y asesinato, y que ahora reina la inseguridad y el "terrorismo" en esa nación árabe del norte de África. También denunció intentos por desestabilizar a Irán, otro país de Oriente Medio no árabe que es socio estratégico de Venezuela en la región. "Tienen amenazado a Irán (...), si tocan a Irán se armaría la de San Quintín (un gran problema) en el mundo (...), pero no podrán tocarlo ni con el pétalo de una rosa, es un gran país", dijo. Desde la llegada del fallecido Hugo Chávez al poder (1999-2013), el gobierno venezolano ha mantenido estrechas relaciones con países de Oriente Medio, principalmente Irán. - Editado en Neiba, Cabecera de la Provincia Bahoruco, República Dominicana.