En una entrada de este sitio abordábamos la historia de Victor Lusting, calificado como "El rey de los estafadores", autor de uno de los timos más sonados de la historia: la venta de la Torre Eiffel.Pero en otra entrada, ya programada para el verano, descubrimos a Bernard Madoff, según otros, el mayor embaucador de la historia de la humanidad. Muchos españoles cayeron en su trampa y da de lleno un observador cuando dice: El daño que le va a hacer Madoff a la industria de los hedge funds y al mundo de las finanzas en general es incalculable. Pero el mundo está lleno de personajes sin escrúpulos, que ponen en marcha todas las artimañas para lograr sus objetivos como el individuo que hoy recordamos en portada:“Maestro de la estafa” –así le definió el representante del Ministerio Público a Alonso C.L.. Alonso, con ayuda de su esposa, de orígen portugués, simuló varias veces su muerte o invalidez para cobrar las pólizas de seguro que contrataba, hasta de 120.000 euros, en sucursales de Mataró, Barcelona, Madrid, Figueras y Gerona. En todos los casos, según la acusación, se inventó siniestros que le causaban la muerte o la invalidez mediante documentación falsa de todo tipo (inscripciones registrales, partes de accidente y otros). Su grado de refinamiento era tal que, para fingir una tetraplejía, se inyectaba anestesia epidural. En algunas ocasiones, presentó un certificado de defunción de su propio padre, aprovechando que se llamaba como él. Su arte en el manejo de los certificados también le permitió eludir el banquillo.
En una entrada de este sitio abordábamos la historia de Victor Lusting, calificado como "El rey de los estafadores", autor de uno de los timos más sonados de la historia: la venta de la Torre Eiffel.Pero en otra entrada, ya programada para el verano, descubrimos a Bernard Madoff, según otros, el mayor embaucador de la historia de la humanidad. Muchos españoles cayeron en su trampa y da de lleno un observador cuando dice: El daño que le va a hacer Madoff a la industria de los hedge funds y al mundo de las finanzas en general es incalculable. Pero el mundo está lleno de personajes sin escrúpulos, que ponen en marcha todas las artimañas para lograr sus objetivos como el individuo que hoy recordamos en portada:“Maestro de la estafa” –así le definió el representante del Ministerio Público a Alonso C.L.. Alonso, con ayuda de su esposa, de orígen portugués, simuló varias veces su muerte o invalidez para cobrar las pólizas de seguro que contrataba, hasta de 120.000 euros, en sucursales de Mataró, Barcelona, Madrid, Figueras y Gerona. En todos los casos, según la acusación, se inventó siniestros que le causaban la muerte o la invalidez mediante documentación falsa de todo tipo (inscripciones registrales, partes de accidente y otros). Su grado de refinamiento era tal que, para fingir una tetraplejía, se inyectaba anestesia epidural. En algunas ocasiones, presentó un certificado de defunción de su propio padre, aprovechando que se llamaba como él. Su arte en el manejo de los certificados también le permitió eludir el banquillo.