No todos los maestros incluyen juegos en su clase. Pero aquí estoy yo para hacer una apología al juego en la clase de ELE. Vengo a desmitificar al juego en clase. Pues, si eres maestro de español no puedes perderte esta nota. Te prometo que te convenceré y te regalaré buenas ideas para jugar en clase con tus alumnos.
El juego en la clase de ELE
Nuestra vida se encuentra colmada de juegos, cuando somos pequeños el juego es parte central de nuestra vida. Y ¿por qué será? Porque el juego fomenta y desarrolla nuestras habilidades motrices e intelectuales. Entonces, ¿cómo no usar el juego en la clase de español, siendo la clase un proceso de aprendizaje por excelencia? ¿No parece obvio que debamos jugar con nuestros alumnos?
Entre las decisiones metrológicas que el maestro de español debe tomar es implementar técnicas lúdicas. El juego en la clase de ELE nos permite tomar roles nuevos e imaginarios, convirtiendo a la lengua que hablamos en una lengua real y viva. Que mejor que tomar el rol de un hombre y una mujer en su primera cita para practicar las presentaciones y el verbo ser. ¿Por qué no hacerlo así? ¿Por qué ha de usarse ejercicios para completar o conversaciones descolocadas entre los alumnos si podemos adaptar lo aprendido a un contexto "casi real"? Es justamente esto lo que nos permite preparar a los alumnos para las situaciones reales, en ellas los aprendientes deberán poner en práctica todos los conocimientos adquiridos en el aula.
Otra ventaja deljuego en el aula es que nos permite aprender divirtiéndonos, rompiendo la estructura formal y aburrida de la clase. Nos permite a nosotros los maestros y a los alumnos ser espontáneos, relajarnos, comunicarnos mucho mejor entre todos, permite una verdadera integración entre los estudiantes.
Después de años de trabajar con maestros de español, sé que muchos se oponen o son reacios a incluir juegos en sus clases. Entiendo las razones, el juego "desordena" la clase, el maestro debe estar mucho más atento, ya no requiere de él solo pasar alumno por alumno y ver si van contestando correctamente el ejercicio. La metodología lúdica convierte la clase a un espacio mucho más dinámico. Requiere que el maestro sea mucho más activo que cuando usa técnicas tradicionales. Usando las metodologías tradicionales, el momento en que el alumno práctica el tema aprendido, es el momento en que el maestro toma un rol pasivo (claro, ahora practican los alumnos, yo descanso). Otro motivo por el cual los profesores de español objetan el uso del juego es que a veces incluir uno de ellos en nuestra programación abre una puerta a la incertidumbre. ¿Les gustará a los alumnos? ¿Se engancharán en el juego? Y es que el maestro pone tantas expectativas, y sí, muchas veces pasa que lo que el maestro cree que es una gran idea, se desinfla al ponerlo en práctica con los alumnos. No funciona. Esto pasa. Los alumnos no encuentran la actividad motivadora o divertida. Ni modo. Es parte de los riesgos y si no funcionó esta vez, tal vez con otro grupo si funcione. Y con este grupo, a probar otras cosas.
Los maestros se quejan también de que, en ocasiones, los juegos son difíciles de explicar y lleva medio bloque de clase organizar a los alumnos y explicar la actividad. Recomiendo pensar muy bien como se quiere organizar el juego en el aula, como también recomiendo practicar la explicación de la actividad en casa. Programar la explicación bien breve y simple. A veces no tengo que explicar todo antes de la actividad, lo importante es arrancar con una idea básica de la consigna, luego el resto lo iré agregando en la marcha. Les aconsejo que cuando sea posible, expliquen las consignas en la lengua madre de los alumnos, en especial si se trata de niveles iniciales, ya que sólo la explicación puede frustrar mucho a los alumnos y agotarlos, dejándolos sin fuerzas para disfrutar de la actividad luego.
Muchas veces son los alumnos los que no tienen ganas de jugar. Claro, yo los entiendo. Es más fácil completar un ejercicio en el cuaderno o leer un texto. Esto requiere menos esfuerzo por parte del alumno. No debe exprimir tanto sus neuronas. Como maestro ¡Quiero que el alumno exprima los sesos y se esfuerce! Pero, créanme, una vez que la actividad se pone en marcha, los alumnos comienzan a divertirse y serán, con gusto, participes del juego. Y por supuesto que con esta metodología aprenderán mucho más que completando un ejercicio en el cuaderno del alumno.
Ojo, a pesar de las ventajas, no te conviertas en adicto al juego. El uso indiscriminado puede entorpecer en lugar de ayudar a la dinámica de un grupo, en vez de aportar al conocimiento o a la practicar en el aula.
Por último, algunos consejitos:Haz los juegos atractivos, con tarjetas, fotos, folios. Utiliza materiales visuales, con audio. Trabaja en pequeños grupos. Esto facilita la participación activa de los alumnos, también de aquellos que son mas retraídos. Siempre recuerda que la competencia motiva mucho. Así somos, siempre queremos ganar. También los alumnos, la competencia les inyecta motivación. En suma, usa en clase todos los elementos que produzcan contextualizar la lengua haciendo que la utilización del idioma por parte de los alumnos se natural, real. Queremos una lengua vivita y coleando.
Y ahora si, los prometido es deuda: "Las 10 actividades que no te pueden faltar en la clase de español."
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Lecturas recomendadas:
"El aspecto lúdico en la enseñanza del ELE" de Patricia Varela González.
"El componente lúdico en las clases de ELE" de Charo Nevado Fuentes
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