Maestros de la arquitectura. Ricardo Bofill

Por Jgorostiza
En las entradas anteriores de este blog comentaba los últimos Libros - DVDs que ha publicado la fundación arquia de la colección arquia/maestros, los dedicados a Antonio Fernández Alba y Manuel Gallego, ahora le toca el turno al último de esta temporada, el de Ricardo Bofill. Un arquitecto casi siempre asociado con aquellas obras monumentales, posmodernas y muy dudosas, llenas de columnas, molduras y cornisas, que incuso se usaron para situar la vivienda de los personajes de la distópica Brazil (Terry Gilliam, 1985); sin embargo, esta conversación con Luis Fernández-Galiano, tiene la virtud de descubrir a un Bofill olvidado o casi desconocido: el visionario e innovador que, junto con los miembros de su Taller de Arquitectura, intentaron cambiar la sociedad en que vivía, los autores de edificios como La Muralla RojaWalden 7 y Xanadú. Además Bofill dirigió algunas películas y en esta entrevista cuenta que en «las crisis arquitectónicas, cuando veías que el mundo era muy hostil, que no se podía avanzar, que era muy difícil, que había problemas económicos, financieros, jurídicos y que había una especie de lucha contra una barrera de lo imposible, entonces de repente había momentos de desánimo y te ibas a cosas más personales y entonces ahí saqué algunas películas, porque a mí siempre me había gustado el cine y había sido una tentación hacer cine. Entonces en estas crisis yo hacía algunas películas, que tuvieron cierto éxito, están todas en la cinemateca en Francia. Una es sobre el amor, que se llama Circles, todas las posibilidades del amor, de uno, son dos, con tres... pero todo visual, con un cuadrado de blanco sobre blanco, totalmente estético; y otra sobre la locura, la relación con la locura, del genio con la locura, el talento con la locura, esta línea de borde que existe entre la locura controlada que es el talento, que es el posible genio, y la locura incontrolada que es la enfermedad mental, salirse de la realidad, esta línea tan fina, que a mí me ha parecido siempre que bordearla, incluso a través de las drogas que en aquel momento probábamos, este borde tan complejo entre estar dentro del mundo y estar fuera, circular por este borde me parecía apasionante, creativo, peligroso, pero al mismo tiempo controlado», esta transcripción de sus palabras es literal.
La realización es igual que la de los anteriores, por lo que no añadiré algo a lo ya dicho en el comentario anterior, menos mal que lo contado por el entrevistado es interesante y el conjunto muy recomendable.