Magdalena viajó varias veces a Europa y vivió tres años en Roma. Se dedicó especialmente al retrato y realizó algunas esculturas. Se le reconocen algunas innovaciones dentro del arte chileno, por ejemplo, realizar retratos de perfil, o incursionar en la autorreferencia, incorporando cuadros suyos en otras obras, como sucede en esta obra titulada ‘Ante el caballete’.
Aurora fue una de las primeras mujeres en estudiar pintura en Chile. Se ubica entre la 2ª y la 3ª generación de alumnos de la Academia, donde recibió clases con Juan Mochi. En sus inicios incursionó en el retrato y la figura humana en un estilo académico y más tarde se inclinó hacia la naturaleza muerta y la pintura de flores con una técnica de pinceladas más sueltas. No le gustaba firmar sus cuadros; algunos llevan su firma por insistencia de sus hermanas.
Expusieron por primera vez cuando Magdalena tenía 23 años y Aurora 19 en el Salón de Pinturas de 1884, en el edificio del Congreso Nacional. Magdalena obtuvo tres medallas de oro en esta ocasión. Al año siguiente, Aurora también logró una medalla de oro con esta composición denominada “Agripina Metella en la Prisión”.
Siguieron participando en varios certámenes artísticos donde ganaron otras medallas de oro y premios de honor.
Sus obras se encuentran en el Museo Nacional de Bellas Artes, en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción y en colecciones privadas.
Una de sus descendientes (María Teresa Mira Fernández) publicó en 2004 “Las hermanas pintoras, Magdalena y Aurora Mira Mena” con reproducciones de sus obras y datos históricos y culturales de Chile de fines del siglo XIX.