Yo estaba bajo un rayo de la mística luna,
que de su blanco disco como un encantamiento
vertía sobre el valle un vapor soñoliento.
Dormitaba en las tumbas el romero fragante,
y al lago se inclinaba el lirio agonizante,
y envueltas en la niebla en el ropaje acuoso,
las ruinas descansaban en vetusto reposo.
¡Mirad! (...)Duerme toda belleza y ved dónde reposa
Mageritdoll, dulcemente, en calma deleitosa.
Con la ventana abierta a los cielos serenos,
de claros luminares y de misterios llenos."La durmiente de Edgar Allan Poe