Maggie es una joven de 16 años infectada por la pandemia zombie que ha asolado el planeta. La infección tarda seis meses en convertir por completo a una persona, y su abnegado padre se resiste a abandonarla, y eso a pesar de que sabe como va a acabar, y que no hay una cura cercana.
Es verdad que la película se toma su tiempo, y es pausada, pero no hace otra cosa que redundar en lo que esta pasando en pantalla, que no son otra cosa que sentimientos a flor de piel.
No es la película del año, pero si que es muy recomendable, siempre y cuando no vayas buscando la casqueria zombie o la acción y los efectos especiales sin límites.