El director inglés, que en su trayectoria profesional se ha dedicado mayormente al diseño gráfico de videojuegos (Halo 5, Resistence 3 ó The Bureau) y programas de televisión, ha sido distinguido también por colaborar en escenas innovadoras de "Blancanieves y la leyenda del cazador" y de la conocida serie "The Walking Dead". Ahora, continua inmerso en el mundo zombi con este drama psicológico.
En ese sentido, no podemos dejar de nombrar la exitosa serie "The Walking Dead", que ha hecho historia poniendo en la mirada de todo tipo de público a los horrendos zombies y, como recomendación personal, "Z-Nation", que es mucho más nerd y atrevida en su guión. Eso sí, teniendo en cuenta que ambas mantienen la supervivencia como eje temático y las relaciones entre los seres humanos como factor a considerar y reflexionar. No se trata solamente de escapar de unos seres perversos sin mente que muerden sin preguntar, hay una trama más profunda de búsqueda de la felicidad a pesar de los pesares; de encontrar aquello que calme el corazón, en otro lugar, con nuevas oportunidades.
Volviendo a la cinta protagonista de este post, hemos de reconocer que desde el primer momento nos sorprende con su argumento. Se podría considerar incluso como una película de autor si no fuera por lo conocido tanto de su reparto, como de la productora y distribuidora encargada del proyecto: Lionsgate."Maggie" nos ofrece un drama con pequeñas, por no decir ínfimas, dosis de terror apocalíptico. Arnold Schwarzenegger y Abigail Breslin (a quien muchos conocimos hace ya más de 10 años por la fantástica "Pequeña Miss Sunshine") nos presentan otro mundo infectado por zombies en el que, de hecho, éstos brillan por su ausencia. Y no lo digo como algo negativo sino todo lo contrario. Resulta muy interesante ver una nueva interpretación de la invasión de estas criaturas desde el punto de vista más intimista.
Wade Vogel (Arnold) y su hija Maggie Vogel (Abigail) se compenetran a la perfección y nos hacen vibrar en unas interpretaciones bastante buenas y creíbles, sobretodo del grandullón.
Es la voz de la razón sin ningún tipo de pasión. Es aquel murmullo que te conduce a hacer lo que se espera que hagas, que se lleve a cabo lo que la sociedad ha marcado sin pensar en las consecuencias emocionales. Pero padre e hija tienen otros planes y pretenden seguir compartiendo momentos juntos. Pretenden reír, llorar, cantar y, sobretodo, estar el uno al lado del otro hasta el final, acompañando Wade a su hija en lo que necesite.
Una película de recomendado visionado que ni mucho menos se enmarca dentro del género de terror o gore zombie, y que nos deja algunas claves sobre cómo encajar el sufrimiento en el día a día cuando una enfermedad que no tiene cura avanza sin cesar. Un drama donde el amor paterno lucha con todos los medios posibles para evitar el trágico final. Una historia, cuyo guión no es muy novedoso pero entretiene y sobrecoge. Un proyecto que, con algunos pequeños enfrentamientos con muertos vivientes, sin duda alguna, sobre todo sorprende al ver a Mr. Schwarzenegger en un género diferente al que nos tenía acostumbrados.
En resumidas cuentas... A disfrutarla.
Sergi Sanmartí (@Horadelsdaus)