Aplicar texturas a una fotografía, además de ser divertido, abre un amplio abanico de posibilidades a nuestra creatividad. Nos permite crear imágenes diferentes, únicas y sobre todo disfrutar enormemente del proceso.
Existen diferentes maneras de usar las texturas, ya sea una o varias, como fondo o superpuestas, sutiles o muy presentes en la imagen… y aunque a veces pueda parecerlo, no son difíciles de utilizar.
Ya que esta sección se llama “Magia a un par de clicks”, vamos a aplicar en este caso una sóla textura, de una manera sencilla, pero eso sí, “complicando” un poquito más las cosas, ya que utilizaremos una máscara para matizarla. Prometo que será fácil, muy fácil…
Y como siempre, una vez elegida la fotografía a editar…
APLICAR UNA TEXTURA
Abrimos nuestra imagen en Photoshop. En este caso voy a utilizar una fotografía de un senderillo del campo en mi pueblo (¡Viva Alalpardo!)… Podéis ver como quedó finalmente en Flickr pinchando aquí (en la versión de Flickr no hay textura aplicada)…
Lo primero que haremos es abrir el panel de capas, y duplicar la capa “Fondo” o “Background”. Para ello nos basta con pulsar Cmd+J (para Mac) o bien Ctrl+J (para PC)…
A continuación abriremos la textura elegida en Photoshop. En mi caso voy a utilizar la textura “Ginger” de Florabella.
Seleccionamos la herramienta “Mover” (Move tool) y pinchando en la barrita superior de la textura, la arrastramos hacia abajo para “separarla” de la primera imagen…
Pinchamos en la capa de la textura y la arrastramos sobre la fotografía a la que queremos aplicarla…
Una vez que tenemos la textura sobre nuestra fotografía, lo más normal es que no sea del mismo tamaño y tengamos que ajustar sus dimensiones. Para ello pulsaremos Cmd+T (para Mac) o bien Ctrl+T (para PC), o bien pincharemos en el menú superior Editar/Transformación Libre (Edit/Free Transform). Este es uno de los comandos más usados en Photoshop, ya que con él podemos reajustar el tamaño de una imagen, rotarla o transformarla a nuestro gusto. No tenemos más que pinchar en los pequeños cuadraditos laterales y de esquina que veremos, y arrastrarlos a nuestro antojo…
Cuando hayamos terminado pulsamos la tecla Enter de nuestro teclado.
Vamos a variar ahora el modo de fusión (blending mode) de la nueva capa. Normalmente cuando uso una textura, suelo utilizar los modos Multiplicar, Superponer o Luz Suave (Multiply, Overlay o Soft Light), aunque es interesante probar también con otros modos de fusión para ver los posibles resultados. En este caso voy a quedarme con el modo Multiplicar y ajustaré la opacidad de la capa al 60% (este es uno de los pasos más divertidos del proceso, así que no dudéis en probar cuantas locuras se os ocurran…)
Podríamos terminar aquí y darnos por satisfechos con el resultado pero ¿Qué pasa si no queremos aplicar la textura a toda nuestra fotografía? ¿Y si queremos que queden partes libres del efecto de la textura? ¿Y si estoy aplicando una textura craquelada a un retrato y no me da la gana que la piel aparezca cuarteada cual desierto en plena canícula????Muuuuuuuuuuuuuuy sencillo: aplicamos una máscara y listo. ¿Cómo hacerlo? Teniendo seleccionada la capa de la textura (se destacará en azúl claro) pinchamos sobre el pequeño icono que aparece señalado en la siguiente imágen. Con ello crearemos una máscara BLANCA para esta capa (lo de blanca tiene su importancia…)
Para entender cómo funciona una máscara imaginemos lo siguiente: sobre una imagen cualquiera (impresa) colocamos un papel transparente del mismo tamaño. Vemos la imagen con total claridad, pero si pintamos sobre este papel con pintura negra ya no veremos aquellas partes que tapa la pintura. Con nuestra máscara hacemos lo mismo, estamos poniendo un papel transparente sobre la textura, y sobre este papel vamos a pintar para que haya partes de la textura que no se vean…
Nos aseguramos de que tenemos la máscara seleccionada, para ello pinchamos sobre ella, a continuación comprobamos que el color que está en primer plano es el negro, seleccionamos la herramienta Pincel (Brush Tool) y ajustamos la opacidad del mismo al 50%. Podemos pasar varias veces con el pincel sobre el mismo sitio y así aumentar el efecto de la “pintura negra”…
A continuación “pintamos” sobre la fotografía en aquellas zonas que no queremos que se vean afectadas por la textura hasta que estemos contentos con el resultado… En mi caso he “borrado” la textura del centro de la imagen…
¡¡Y ya está!! Podríamos añadir más texturas o de formas diferentes, pero creo que después de este tutorial necesitaré unas vacaciones…
Como siempre, si algo no os queda claro, o tenéis cualquier duda, por favor, hacédmelo saber en los comentarios, o bien escribidme un mail en Sobre mi / Contacto…
¡Disfrutad de la fotografía, de la edición y del verano a partes iguales!