Hoy vengo con una de esas frases maravillosas que nos encontramos en las páginas de los libros...
“Ya sabes que no puedes ser feliz a menos que seas desgraciada alguna vez, ¿verdad? – me dice susurrando, y su voz es áspera como si acabara de llorar”
- Delirium de Lauren Oliver -
No podía tocar otra frase esta semana. En cuanto leí esta cita asentí con la cabeza y pensé: "¡Cuánta razón tiene esta frase!" Es cierto que cuando estamos mal, ya sea tristes, enojados, abatidos, deprimidos... es un sentimiento devastador que te deja sin fuerzas ni ganas, pero gracias a ellos cuando somos felices, esperanzados, ilusionados... estos sentimientos se duplican por mil cegándonos de tal forma que no podemos pensar en otra cosa.
Creo que es verdad, hasta que no nos sentimos mal, pero mal de verdad, ese sentimiento de pérdida, tristeza o desolación, no somos capaces de valorar aquello que nos hace felices. Dicen que la felicidad absoluta no existe. No sé si existirá o no, y tampoco me importa siempre que tenga mis pequeñas dosis de felicidad.
¿Qué pensáis vosotros? ¿Hace falta ver las dos caras de la moneda? ¿Valoramos más lo que tenemos si ya hemos sufrido? ¿Pensáis que existe la felicidad absoluta? Reflexionemos todos juntos ^^