Ayer fui a ver el partido de mi equipo con la misma ilusión que lo hago cada vez que juega, pero ayer jugaba el primer partido realmente importante de la temporada de Liga, ayer jugaba contra el Real Madrid, el derbi que estaba esperando con nervios y tensión, ese derbi que cada vez que se da me pone los pelos de punta.
Expectante porque empezara el partido me pedí un refresco en un bar, rodeada de madridistas (sí, tuve valor y me fui a un bar lleno de ellos). Mateu Lahoz daba el pitido inicial al partido y el Real Madrid se adueñaba de la pelota.
Pero lo único que hacía con ella era tenerla en los pies, porque diez minutos después eran meros espectadores junto con los aficionados de la grada del gol que Tiago metía en la portería de Casillas tras un córner, el primer córner del partido.
Una vez más la pizarra de Simeone daba sus frutos - piopialo , y una vez más lo hacía ante una defensa que sólo pudo mirar cómo el balón atravesaba la red.
El partido se ponía de cara para el Atlético de Madrid, yo gritaba gol mientras medio bar se daba la vuelta para mirar a esa loca que gritaba de alegría en un bar lleno de merengues, sí, esa era yo.
Minutos después pude ver cómo Siqueira cometía un penalty (muy bien pitado por Mateu por cierto) que Cristiano Ronaldo convertía en el empate del partido, el empate del derbi.
Otra vez empezamos de cero, y otra vez vemos los mejores minutos del Real Madrid que pudo ver cómo los remates de todos sus jugadores terminaban siendo despejados por Moyá, Sí, un tal Miguel Ángel que se convirtió anoche en el héroe de los 90 minutos y que ya se ha ganado la confianza de la afición colchonera.
Pitaba el árbitro el final del primer tiempo con 1-1 en el marcador y entonces oía en el bar comentarios del tipo: “en el segundo tiempo les caen tres o cuatro”. Yo, calladita, sabiendo que el Cholo ya les estaba echando esa charla que tiene un no sé qué que qué sé yo que hace revulsionar a sus jugadores en las segundas partes.
Y así fue, mi Atlético salió a ganar en la segunda mitad de la mano de los dos jugadores que hicieron cambiar el partido: Griezmann y Arda Turán.
Ellos dos participaron en la jugada de gloria que le dio la victoria a los rojiblancos, un pase por la banda de Griezmann a Juanfran, éste centra con pase raso hacia Raúl García que una vez más nos sorprende dejando el balón a un mago que apareció para hacer un truco de magia en el Bernabeu que hizo callar a los blancos: MAGIA TURCA LA LLAMAN - piopialo .
Y ahí estaba yo, con risa malévola pensando en esos pobres madridistas que se equivocaron de equipo, esos que pensaban que por vestir de blanco tenían el partido ganado, esos que creían que James, Kross y un tal Chicharito podrían con el equipo de moda, esos santos inocentes…
Y aquí estamos, hemos vuelto a ganar un derbi, el Atleti manda ahora en la capital, a dos puntos del Barcelona (que no perdonó en su jornada) y a cuatro del equipo de Ancelloti, que mucho deberá mejorar tras la marcha de Di María y Xabi Alonso.