Desde que me he venido a vivir a Cantabria este lugar no me deja de sorprender. Esta es una región que ofrece mucho para todos: paisajes montañeses tapizados de bosques interminables y hermosas playas palpitantes de vida cada verano; una apabullante riqueza histórico y cultural herencia de cántabros, romanos, peregrinos, emperadores, reyes y marinos que aquí han dejado su impronta; y, cómo no, sus coloridas y hermosas fiestas. Justamente tuve la suerte de asistir a una de ellas: la famosa BATALLA DE LAS FLORES DE LAREDO que desde 1908 se celebra el último viernes de cada agosto a modo de despida de los veraneantes y la gente que ha vacacionado en este pueblo costero.
La celebración consiste en un desfile de magníficas carrozas sobre los cuales van unas grandes imágenes que son revestidas y adornadas con pétalos y flores. En el trayecto un jurado las observa y califica considerando el tamaño de cada una de ellas, la cantidad de flores (35,000 a 100,000 en algunos casos y es bueno saber que el papel y el plástico están prohibidos) y, sobre todo, las de pétalos usados (demanda esfuerzo clavar uno a uno cada pétalo más que cada flor), la mezcla de colores, la originalidad del tema elegido para representar, las formas y hasta los disfraces que usan los integrantes de cada uno de los grupos que acompaña su propia carroza de las cuales la ganadora recibe la friolera de 13, 450 euros como premio al esfuerzo lo cual a su vez es un buen modo de incentivar a sus creadores, verdaderos gestores de la magia de esta fiesta, a mantener viva esta tradición.
Como el lector ha de imaginar la preparación de todo este hechizo móvil empieza con mucha anterioridad a este día festivo cuando meses antes se inicia el cuidado de los campos para las flores en los alrededores de Laredo y continúa así hasta la misma víspera de LA BATALLA en que se recogen las dalias, claveles y margaritas y así usarlas en todo el esplendor de sus colores y frescura lo que a su vez significa que ornamentar cada carroza y dejarla lista para el desfile es una verdadera carrera contra el tiempo.
Los vehículos son jalonados por cuadrillas de “carrocistas” quienes son personas que normalmente pertenecen a una misma familia y que comparten la costumbre de acompañar y de crear estos carros alegóricos y multicolores por generaciones. Las niñas y mujeres jóvenes de estos clanes van vestidas en lo alto de las carrozas vestidas con ropas que hacen alusión al tema representado y desde allí tiran sobre los curiosos confetis y espuma como si fuera una especie de bendición. No hay fiesta sin música por ello detrás de los grupos van bandas que le ponen vida al desfile y que en su mayoría están conformadas por una interesante mezcla de jóvenes artistas y hombres muy mayores que entre melodías y noches de bar han creado una especie de cofradía musical para escoltar la alegría.
Sinceramente es impresionante ver pasar una carroza tras otra mostrando el resultado de la magia de los artistas laredanos que le han dado rienda suelta a su fantasía y la han hecho realidad a punta de pétalos y flores: así nos conducen en un mundo multicolor hacia el Nilo de los faraones o la Roma clásica; a jardines plagados de elfos y hadas o a la Venecia romántica y enmascarada.
En la versión de LA BATALLA DE LAS FLORES 2011 el estado del clima no acompañó mucho pues por momentos el día estuvo muy nublado y hubo unas ráfagas de viento que más parecían un castigo ya que hizo que se desprendiera piezas de alguno de los carros; sin embargo, estos desaguisados no desmerecieron el esfuerzo y el talento demostrado en la confección de las bellas carrozas. Una de nuestras favoritas era MASCARELLA, a la sazón ganadora de este año, el cual representaba imágenes de enmascarados y bufones como los que uno ve en las fotos del carnaval veneciano.
No dudaría en recomendar visitar esta fiesta, va mucha gente pero uno no se siente apabullado ni aturdido como seguro podría estarlo en otras fiestas españolas interesantes pero demasiado publicitadas para el turismo. Al menos ver estas expresiones de arte efímero y floral de Laredo, arte hecho con delicadeza e ingenio por lo demás, amerita muchísimo más que ir a ver un violento encierro de toros o una inverosímil guerra de tomates que se lanzan por que sí.
Pablo
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España
La batalla de las Flores de Laredo 2011 - Cantabria - España