Título original: Magic Magic
Año: 2013
Duración: 97 min.
País: Chile, Estados Unidos
Director: Sebastián Silva
Guión: Sebastián Silva
Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans
Fotografía: Christopher Doyle
Reparto: Juno Temple, Michael Cera, Emily Browning, Catalina Sandino Moreno, Agustín Silva
Te deja la piel de gallina. Lento inicio, espectacular final.
Lo mejor de Magic Magic es que es un terror tan sutil que no te das cuenta, pero cuando te miras ves que tienes la piel de gallina, la actriz Juno Temple borda una actuación digna de mención, brutal el recorrido que está teniendo, a cada película mejora notablemente. También es difícil reconocer el terror en este film ya que juega un poco al despiste. Empieza como una comedia dramática, luego se va tornando hacia el thriller para acabar con el terror. Increíble mezcla de géneros que puede no gustar a todos, pero el director sale bastante airoso de este ejercicio entrelazando géneros.
Alicia, su prima y unos amigos de esta, van a una casa de campo situada en una isla para pasar un agradable fin de semana. Pero Alicia empieza a sentirse desplazada en el grupo cuando su prima de repente se tiene que marchar unos días para realizar un examen. Todo el grupo habla español a excepción de ella y sin su prima allí empieza a derrumbarse su mundo. Una espiral de locura se cernirá sobre la protagonista cuando empiece a ver actuar de manera extraña y salvaje al resto del grupo.
Escrita y dirigida por el director chileno Sebastián Silva, cuenta con la fotografía del siempre genial Christopher Doyle. La historia que nos propone es interesante, pero cuando no avanza lenta se pierde en sí misma. Salvándola de su ritmo pésimo, tiene un final esclarecedor e impactante.
Quien está realmente inconmensurable es la actriz Juno Temple. Ella es sin duda Magic Magic. En cuanto al resto del reparto tenemos a un Michael Cera haciendo de Brink, aunque algo más canalla que de costumbre y soltando alguna que otra frase en castellano, lo cual resulta bastante cómico. Y por último una secundaria de lujo Emily Browning, que no lo hace mal pero queda eclipsada por su compañera de reparto.
Es difícil encajarla en un solo género, ya que como decía antes, a lo largo del film pasa por varias etapas. Lo que sí es seguro es que vale la pena verla por la gran actuación de Juno Temple y ese final increíble. Que no os engañe su inicio, va mejorando a medida que los minutos pasan.
Firma: Omar Parra.