Magic Slim And The Teardrops – Raw Magic (Alligator 1982)

Por Rockandrollismyaddiction @RubenBorrajo

Bruce Iglauer, el insigne fundador del sello Alligator Records, afirmó en una ocasión: <<El blues valiente y mágico de Magic Slim, se basa fundamentalmente en lo que es el puro blues de Chicago, pisando fuerte, haciendo gruñir su guitarra y con una voz afilada basada especialmente para beber y bailar en el bar, tanto para los buenos como para los malos momentos>>. Con estas acertadas palabras, definía Bruce Iglauer la música de Magic Slim y sus Teardrops a principios de los ochenta.

Morris Holt, más conocido por el sobrenombre de “Magic Slim”, nace en 1937 en Torrance, Mississippi, cuna de otros tantos músicos de la familia del blues de Chicago. Desde su infancia, comienza a tocar la guitarra en la ciudad de  Grenada, pero en 1955 decide trasladarse a la ciudad del viento, dónde se gana cierta reputación tocando el bajo para <<el otro mágico>>, llamado Magic Sam. La relación entre ambos fue tan cordial, que después de la prematura muerte de Magic Sam, suponemos que Slim decidió adoptar su apodo como honor personal.

Magic Slim era un músico veterano con cientos de actuaciones a sus espaldas y que llegó a compartir su vida musical con la de conductor de camión. En 1965 y después de tocar varios años bajo el nombre de  “Mr. Pitiful And The Teardrops”, reestablece su banda y se centra más que nunca en su música, tocando en los locales más concurridos de Chicago junto a otros músicos procedentes de otros grupos. Pero no sería hasta mediados los setenta, cuando le llegaría su gran oportunidad, siendo invitado a tocar con el mítico Hound Dog Taylor. Desde ese preciso momento, Slim se plantea vivir de su propia música.

 Durante años, Slim toca durante tres, cuatro e incluso cinco noches por semana en el South Side - el barrio por excelencia del blues de Chicago – en lugares tan famosos como el Checkerboard. En otras ocasiones, gustaba de tocar en el North Side – otra parte de la ciudad – en locales como el B.L.U.E.S. y el Zoo Bar de Lincoln en el estado de Nebraska, alternando todos estos conciertos con innumerables incursiones en Europa.

Con un estilo genuino, arropado por su carismática voz y su peculiar forma de interpretar, realiza sus primeras grabaciones, aunque no en la primera línea de los grandes de Chicago, pero, en 1979, ya es incluido en los históricos álbumes de la Alligator <<Living Chicago Blues>>

Centrándonos en el álbum, Raw Magic se grabó en los “Condorcet Studio” en Tolouse, siendo producido en Francia (debido a la multitud de shows que ofrecían en este país por esas fechas) por Didier Tricard y en EEUU por Bruce Iglauer, para la prestigiosa Alligator Records en 1982. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Magic Slim y “sus ardillas”, que hicieron posible este magnífico LP: Magic Slim (guitarra solista y voces), su hermano Nick Holt (bajo),  Junior Pettis (guitarra) y Nate Applewhite (batería). Todos ellos, experimentados músicos de blues.

Conteniendo tan sólo siete temas, el disco inicia con el blues auténtico de “You Can´t Lose Never Had” y continúan con uno de sus éxitos de siempre titulado “Gravel Road” al más puro estilo Chicago.  Magic y su banda siguen desgranando clásicos de blues eléctrico como “Ain´t Doing Too Bad”, el extraordinario “Mama, Talk To Your Daughter” de J. B Lenoir, a un ritmo infernal y con virtuosas guitarras, o el tantas versionado y bailable “Mustang Sally”, sencillamente fantásticos sus casi ocho minutos de duración, para finalizar con “In The Heart Of The Blues”.

A partir de la década de los ochenta, Magic Slim fue aclamado como uno de los mejores guitarristas de blues de Chicago. Formó un equipo excepcional al lado de sus Teardrops, dotó a su música con un ritmo caliente, enérgico y se dedicó durante toda su vida al blues, su gran pasión. A nuestro juicio, creó una música divertida y mágica. Magic Slim falleció el 22 de febrero de 2013 a los 75 años de edad, pero siempre nos quedará su legado, su magistral estilo a la guitarra, su simpatía y su buen hacer como grande del blues.

Mágico.