En la superficie tenemos una película que nos recuerda al cine negro de antaño relatándonos las calamidades de unos personajes desbordantes de personalidad con interpretaciones llenas de carisma. En el fondo es un retrato del ser humano más primitivo que se deja arrastrar por sus ambiciones sin pensar en las consecuencias de sus actos ni en lo que realmente importa. Disfrutable en ambos sentidos, atrapa desde el principio debido a una reflexiva y sosegada dirección que te permite apreciar lo que estás viendo sin caer en la rutina ni en el aburrimiento y haciendo que sus más de dos horas de duración pasen en un suspiro mientras van encajando las piezas del puzzle que nos muestran. Mi puntuación: 7/10