Tras encandilar a la crítica con su opera prima "Diamond Flash", el director madrileño nos presenta en su nuevo proyecto el triángulo que conforman los tres actores principales: José Sacristán, Bárbara Lennie y Luis Bermejo, y que nos propone un acercamiento a la comunicación interpersonal de manera pausada pero efectiva.
Lo esperpéntico de la decisión del padre es que no lo ha consultado con su hija. Ella no ha pedido nada. ¿Qué debería ser importante para cada uno de nosotr@s en momentos como este? ¿Qué sería lo que más te gustaría tener si tuvieras una enfermedad terminal? ¿Cuántos objetos pedirías? ¿Cuántos abrazos? ¿Cuántas conversaciones? ¿Podría en este caso comprar la salud de su hija un dinero conseguido proveniente del chantaje? ¿Qué palabras quisieras recordar? Todos estos interrogantes se suceden uno tras otro a lo largo de esta oscura e intrigante fábula moral.
El tema musical tratado en toda la película “La niña de fuego” de Manolo Caracol fue incluida en la película del director Carlos Serrano de Osma, "Embrujo", que protagonizaba el propio intérprete junto con Lola Flores. La canción versa sobre cómo un hombre cede a sus anhelos en aras de acercarse a la mujer que ama, algo que encontramos presente en los diálogos de la película y que se ve reforzado por la confianza ciega necesaria para establecer relaciones.
Bárbara (Bárbara Lennie) es el personaje femenino definido en la canción. Casada con un prestigioso psiquiatra (Israel Elejalde), ha dejado atrás una vida llena de recuerdos intensos y desafortunados que le han pasado factura. Como dice la canción: "es una niña de fuego muerta de sed”. Pero es una sed que no se sacia hasta que Talión actúa con toda su fuerza. Le gusta ver a gente más desgraciada que ella misma y potencia la autodestrucción de todos los que le rodean o se han acercado a ella.
Una película diferente para disfrutarla más de una vez, que nos lleva a reflexionar sobre el sentido de la vida y que nos muestra cómo en ocasiones senderos opuestos conducen al mismo páramo. Una historia que nos seduce con numerosas referencias literarias y una fabulosa riqueza metafórica. Un interesante encuentro de unos personajes que se han centrado en su mundo, en sus paranoias perversas y/o en las obsesiones sexuales. En definitiva, una gran película merecedora de premios.
Desde Sitges, Sergi Sanmartí (@horadelsdaus)