La película, al ser una adaptación teatral, está rodada en una sucesión de planos-secuencias, cada una hecha de una sola toma sin cortes, que abarca la totalidad de la duración del rollo de película cinematográfica.
Hitchcock pretendía rodarla en tiempo real en una sola toma, pero las cámaras sólo podían grabar 10 minutos seguidos y se vio obligado a realizar varios cortes.
Es la primera película en color dirigida por Alfred Hitchcock y su estreno causó cierto escándalo en su momento porque, aunque nunca lo mencionan, está claro que los protagonistas son homosexuales.