Magreb: paciencia y prudencia.

Publicado el 07 marzo 2011 por ArÍstides

INTELIGENCIA MILITAR SON DOS TÉRMINOS CONTRADICTORIOS (Anónimo)

Me encanta. Ya están los mismos tertulianos de siempre actuando como papagayos y sabelotodos con lo que pasa en el Magreb. Los unos que si hay que apoyar los movimientos de los manifestantes; los otros, que si la Unión Europea tiene que hacer algo; los de más allá, que si la crisis del petróleo en Libia o el gas en Argelia. Todos con sus lindezas y soluciones de chicos listos. Pero ninguno puede responder hacia dónde caminan los movimentos emprendidos en esa zona del Mediterraneo (bueno, los habrá que en su osadía no lo duden).

Está claro, quieren eliminar sus regímenes dictatoriales, pero para establecer…¿qué y con qué matices? ¿Lo saben? De momento es todo un misterio. Tan sólo conocemos su ansia de eliminar sus gobiernos despóticos y sus tripas vacías. Posiblemente todos tengamos simpatía hacia quienes se manifiestan en las calles, pero….¿conocemos su ideología?, ¿somos capaces de entrever a unos líderes capaces de llevar a cabo las reformas? Recordemos que la bandera de la libertad ya la enarbolaron los que hasta ahora han sido amigos (Gadafi en Libia o Mubarak el Egipto).

Hay quien en su elocuencia aboga por una intervención militar (que se lo recuerden a los dos pilotos del ejército Holandes apresados por Gadafi) sin preguntarse si nos lo han pedido. Otros imploran la ayuda humanitaria, pero obvian las lecciones moralizantes que solemos dar los europeos con nuestros actos y lo hartos que están muchos musulmanes del diablo occidental. Y por último los hay quienes, olvidando lo que pasó en Serbia y lo poco efectivas que fueron, piden sanciones económicas que al final pagará la población civil.

Seamos sensatos: proporcionemos ayuda humanitaria respetando las costumbres del lugar, pero seamos conscientes de que aún no han aparecido, en las zonas afectadas, personas con capacidad de dirigir los movimientos y de orientar el previsible desarrollo de los acontecimientos. No hay interlocutores con el peso suficiente en los que Europa se pueda apoyar para proporcionar ayuda. Cuando hay tanto misterio por resolver parece que lo más aconsejable es no meter la pata por introducirla en el avispero y, sobre todo, no jugar a aprediz de brujo en una zona en la que no se conoce la fuerza del integrismo musulmán en unos lugares en los que el día del rezo se convierte fácilmente en el día de la ira.